La laparoscopia es una técnica quirúrgica relativamente joven (originada a finales de los años 70 y principios de los 80) que ha supuesto grandes avances en el terreno de la cirugía. Gracias a ella, es posible realizar intervenciones quirúrgicas de manera poco invasiva permitiendo una recuperación física más rápida y realizando menos cortes de bisturí con respecto a la cirugía abierta o convencional.
Veamos en qué consiste y que ventajas aporta.
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¿Qué es la laparoscopia?
La cirugía laparoscópica consiste en la realización de pequeñas incisiones en la pared abdominal a través de las cuales podrán introducirse instrumentos propios de la cirugía como tijeras, disectores, cánulas, etc., además de una lente óptica que permitirá mostrar en una pantalla todo el interior del paciente. De este modo, los cirujanos podrán trabajar con una asistencia visual clara y definida sin necesidad de realizar una apertura de gran tamaño en la cavidad abdominal.
Previamente a las incisiones o vías de acceso deberá ensancharse la zona por medio de un hinchado a base de CO2, que posibilitará la mejor maniobra del médico encargado de la operación. En este tipo de operaciones se utiliza anestesia de carácter general.
El equipo laparoscópico está formado por una serie de elementos básicos como fuentes de luz, de imagen y vídeo como cámaras, monitor, procesador de vídeo o el material quirúrgico imprescindible consistente en insufladores, cánulas, engrapadoras, tijeras, elementos de sujeción, etc.
Cabe indicar que la laparoscopia es un procedimiento que puede ser realizado a efectos quirúrgicos, pero también con fines diagnósticos.
¿En qué casos se utiliza la laparoscopia?
La laparoscopia se utiliza principalmente en aquellas operaciones relacionadas con la cavidad abdominal. Gran parte de las cirugías intestinales se realizan con esta técnica; las relacionadas con la enfermedad de Crohn, acalasia, colitis ulcerosa, diverticulitis, cáncer, esplenectomía, prolapso rectal, resección de colón o incluso extirpación de tumores de páncreas, hígado y estómago.
También en otras como hernias inguinales o abdominales, o las directamente relacionadas con la urología y ginecología como prolapso vaginal, prostatectomía, quistes de ovario, ligadura de trompas o testículos no descendidos.
Aunque la aparición de la laparoscopia estuvo ligada desde sus orígenes con la colecistectomía, consistente en la extirpación de la vesícula biliar.
¿Qué ventajas aporta frente a la cirugía abierta?
En comparación con la cirugía tradicional abierta o convencional, la cirugía laparoscópica aporta numerosas ventajas.
Por ejemplo, los pacientes experimentan menos dolor durante la operación y menor sangrado intraoperatorio. Su recuperación es más rápida, así como también lo es la cicatrización. Se evita así la antiestética cicatriz del abdomen habitual tras las operaciones abiertas.
Los efectos secundarios del postoperatorio se reducen en gran medida, evitando incluso el riesgo infecciones indeseadas o de posibles hernias a consecuencia de la debilitación de la pared abdominal.
La estancia en el hospital se reduce, apenas 2 o 3 días frente a los 6 o 7 días habituales en la cirugía convencional. Con ello, la disminución de la toma de analgésicos.
Gracias a la laparoscopia, el paciente podrá volver a su vida normal en un menor periodo de tiempo.
¿Existe algún inconveniente relacionado con la técnica laparoscópica?
La cirugía laparoscópica aporta más ventajas que inconvenientes. Podemos afirmar que el único inconveniente de este modelo de cirugía es el de una mayor duración total de la operación, dada la complejidad de la técnica, así como las posibles náuseas, dolores en la zona abdominal, hombros o en las propias áreas de las incisiones, y la hinchazón abdominal producida por el gas insuflado. En cualquier caso, se tratan de molestias menores a las de la cirugía convencional.
Otro posible inconveniente es que no siempre es posible aplicar la cirugía laparoscópica. En ocasiones existen adherencias que complican la entrada del instrumental por las cavidades, o si en la extirpación de un tumor, este es de gran tamaño. En estos casos se contraindicará la laparoscopia o se deberá abortar su cirugía para convertirla en cirugía abierta.
Esperamos que a todos aquellos que andáis preparando vuestra oposición a Sanidad os sirva de ayuda este artículo.