La concentración es uno de tus grandes aliados durante la preparación de oposiciones. Sin ella no podrás realizar avances en tu estudio, te será difícil mantener la atención sobre libros y apuntes, te distraerás tan solo con el zumbido de una mosca. Por suerte, la concentración puede trabajarse y mejorarse y lograr que tu rendimiento en las horas de estudio sea óptimo.

En cualquier caso, queremos ayudarte sobre cómo puedes concentrarte en el estudio a través de sencillas técnicas que podrás poner en práctica nada más termines de leer este post. Eso sí, deberás leerlo hasta el final, pues seguro que te interesan estos trucos.

Indice de contenidos

Cómo concentrarse en el estudio

Una de lo de los aspectos que más cuesta mantener en el transcurso de la preparación de las oposiciones es un elevado nivel de concentración. No solamente se trata de tener buenas técnicas de estudio que nos ayuden a disponer de un buen mapa mental de contenidos que tenemos trabajados y estudiados, sino también de saber cómo hemos de distribuir nuestro ritmo de estudio para extraer el máximo rendimiento en las horas que más frescos nos sentidos, mientras que realizamos pausas en aquellos momentos en los que sentimos que nos hemos atascado en el estudio y necesitamos un descanso.

Dos conceptos esenciales que afectan a tu concentración

Hay dos conceptos que influyen directamente en tu concentración a la hora de estudiar: Umbral de la concentración y la ley de Parkinson.

El umbral de declive la concentración

El umbral de la concentración viene a decir que pasado un determinado punto en el tiempo, un límite o umbral, nuestro rendimiento que parecía óptimo empieza a decaer.

Esta es la explicación mediante la cual no se rinde más por estudiar más horas seguidas, sino que si no realizamos ninguna pausa en un tiempo nuestra concentración cae.

De esta forma es mejor estudiar en ciclos de 30-40 minutos, con 5-10 minutos de pausa entre ellos, que realizar el descanso a las 3 o 4 horas. Gracias a estos pequeños ciclos conseguimos concentrar toda nuestra atención en pequeños periodos de tiempo, más sostenibles que en periodos más prolongados.

Por ello, una de las primeras técnicas que debes adoptar para mejorar tu concentración: hacer pausas en tu estudio tras pequeños periodos de tiempo, por ejemplo, cada 30-40 minutos.

La ley de Parkinson

Esta ley, denominada Ley de Parkinson determina que cuanto más tiempo tengas disponible para estudiar una materia, más tiempo tardarás en estudiarla. Esto es debido a que subconscientemente repartimos ese tiempo disponible para nuestra meta final, que no es otro que la consecución de nuestro objetivo: conseguir completar el estudio de la materia en cuestión.

En la preparación de oposiciones, cuya meta está dispuesta en el medio o largo plazo, tener presente esta ley es fundamental para ayudarnos a distribuir el tiempo de forma exitosa y no «deleitarnos» con estudiar muchas más horas en detrimento del resto del temario.

Así que ahí va el truco para evitar que la Ley de Parkinson consiga vencernos: imponte una fecha límite para cada materia, tema o unidad que tengas que estudiar. No pienses únicamente en la fecha de la oposición, pues al tener la expectativa tan lejana será más difícil que te centres en las pequeñas metas que tienes que alcanzar primero: conseguir dominar tema a tema de tu temario.

Comprométete a estudiar por ejemplo un tema a la semana.

Y sobre todo, cumple tus promesas.

Técnicas para mejorar la concentración en el estudio

Mejora la concentración externamente: que el entorno no sea una distracción

Muchas veces más fácil de decir que de hacer, aislarse del exterior para mantener nuestros ojos fijados en el tema o nuestros codos clavados en la mesa es un hecho que ya no depende tanto de nosotros mismos: ruidos externos, distracciones varias, conversaciones informales que se inician, una llamada de teléfono, un mensaje de Whatsapp…los denominados ladrones del tiempo.

Tantas son las distracciones como tantas las tentaciones de distraerse.

Sin embargo, si queremos mantener un ritmo de estudio óptimo que nos permita llegar con la materia trabajada de cara a nuestras oposiciones, tenemos que hacer pequeños sacrificios de cara al tiempo de estudio.

Apaga el móvil. Si necesitas un reloj que te indique las horas para realizar los descansos, deja tu reloj encima de la mesa.
Utiliza tapones para los oídos si el ruido ambiental te molesta.
Apaga la música. Deja el ocio para darte una recompensa cuando termines tu objetivo de la jornada.
No converses. Muchas veces, si estudias con alguien, es inevitable que comentes alguna duda del temario o simplemente solicites que te presten algo de material. Pero estas mini-conversaciones no deben derivar en hablar de nuestras cuestiones. Algo mejor: proponlas para la pausa del café o del descanso, así será una pequeña recompensa para vuestro estudio en equipo.
Si te has distraído mirando cualquier cosa, o se te ha ido el santo al cielo, distracciones que son habituales cuando estudias en una biblioteca, una técnica que puede funcionar muy bien es repetirte mentalmente lo último que has estudiado: te ayudará a retomar el hilo y te dará pistas sobre si lo que habías estudiado lo habías realizado bien.

Mejora la concentración internamente con mindfulness

Por si no habías oído hablar del mindfulness, es una capacidad de nuestra mente para encontrarse consciente en un determinado instante, prestando total atención al momento presente y dejando de lado toda preocupación o distracción que nos perturbe en tal concentración.

Algunos ejercicios que puedes practicar:

Céntrate en tu respiración. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración durante 1 minuto.
Toma un objeto en tus manos y obsérvalo. Intenta aislar tu atención y concentrarte solamente en ese objeto durante unos minutos.

Cuando estés estudiando en la biblioteca o en tu casa y se presente una distracción, podrás aplicar alguno de estos dos ejercicios hasta que vuelvas a retomar la concentración.