Cuando hablamos de las enfermedades cardiovasculares, lo hacemos de la principal causa de mortalidad a nivel mundial, en concreto, la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular, suman más de 15 millones de muertes anuales, tanto en países desarrollados como en los países en vía de desarrollo. Solo en Europa suponen casi el 50% de los fallecimientos.
La cardiopatía isquémica es la más común de las afecciones coronarias, la que afecta a mayor número de personas, especialmente cuando su edad es avanzada y en mayor número a hombres que a mujeres. Una patología coronaria que puede prevenirse siempre y cuando se conozcan y, por tanto, se controlen sus factores de riesgo cardiovascular.
Conozcamos un poquito más acerca de esta enfermedad vascular.
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¿Qué es la cardiopatía isquémica?
La cardiopatía isquémica o también conocida como isquemia cardíaca o enfermedad coronaria es aquella que tiene lugar cuando las arterias coronarias, es decir, aquellas encargadas de suministrar sangre al corazón, quedan obstruidas de modo parcial o total y por tanto son incapaces de hacer llevar el flujo sanguíneo al mismo.
Esta enfermedad viene provocada por la denominada arteriosclerosis coronaria. Una especie de endurecimiento o estrechamiento de las arterias provocado por la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en sus paredes. La isquemia es capaz de dañar el músculo del corazón y así reducir su capacidad para bombear sangre de manera eficiente, provocar infartos o causar graves arritmias.
Síntomas de la cardiopatía
Por lo general, las personas no muestran signos de esta afección en el primer momento de su aparición, que puede darse desde las primeras décadas de vida. Solo lo hará cuando la enfermedad haya avanzado, presentándose en forma de presión o dolor en el pecho (angina de pecho), casi siempre en el lado izquierdo y especialmente, cuando se realiza algún tipo de ejercicio o esfuerzo físico, comida copiosa. También en forma de dolor en cuello, mandíbula, hombro, brazo; o por medio de la falta de respiración, palpitaciones, mareos o nauseas.
Ante la presencia de estos síntomas es importante acudir a un médico de manera inmediata.
Causas y factores de riesgo
Entre las causas y factores de riesgo por las que se presenta la cardiopatía isquémica se encuentran:
- La avanzada edad: Más del 80% de las muertes en mayores de 65 años se deben a esta enfermedad. La proporción es mayor en hombres que en mujeres, aunque esta proporción disminuye una vez que las mujeres comienzan la menopausia.
- Antecedentes: Si existen antecedentes familiares de cardiopatía isquémica, habrá un mayor número de posibilidades de sufrir esta enfermedad.
- Tabaco: La nicotina y el monóxido de carbono del tabaco afecta al corazón y a su capacidad de bombeo. Aumenta también el riesgo de sufrir coágulos de sangre.
- Presión arterial alta: La hipertensión también es capaz de dañar las arterias coronarias acelerando la aparición de la enfermedad.
- Obesidad y sedentarismo: La acumulación de grasa en sangre puede provocar la presencia de isquemias.
- Diabetes: La diabetes puede hacer más grueso el revestimiento de los vasos sanguíneos y con ello, limitar el flujo sanguíneo.
- Colesterol y triglicéridos en la sangre: Las grasas pueden llegar a acumularse en las paredes arteriales, provocando la formación de placas y reduciendo, inevitablemente, el flujo de sangre.
Tipos de cardiopatía isquémica
Dentro de los diferentes tipos de cardiopatía isquémica podemos clasificar a:
- Infarto agudo de miocardio: Aparece por la obstrucción de una arteria coronaria ocasionada por un trombo. Suele ser de carácter inesperado, pudiendo producirse en personas sanas, pero principalmente, se da en aquellos que presentan factores de riesgo cardíacos.
- Angina de pecho estable: Se trata de dolor frecuente en la zona torácica a consecuencia de una isquemia de miocardio. Depende del daño que provoque en el músculo, y podrá controlarse o bien arrojar una esperanza de vida muy corta.
- Angina de pecho inestable: Se manifiesta en forma de dolor u opresión en el pecho que puede extenderse en brazos, cuello, espalda, etc. Síntomas semejantes a los de un infarto, aunque con menor intensidad y duración. Este tipo de angina debe ser tratada de inmediato puesto que puede provocar un infarto, arritmia o muerte súbita.
¿Existen tratamientos ante la cardiopatía?
El primer consejo para prevenir y controlar las cardiopatías coronarias es llevar un estilo de vida sano y saludable; no obstante, en la mayoría de casos es necesario el uso de medicamentos como los antiplaquetarios y anticoagulantes, que evitan la formación de coágulos en la sangre. Los anticoagulantes; los betabloqueantes, que reducen el pulso y la fuerza de las contracciones cardíacas, reduciendo así la presión arterial; o los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA) que impiden la producción de una sustancia química causante del estrechamiento de los vasos sanguíneos.
En todo caso, ante la presencia de algunos de los síntomas que puedan hacer indicar la presencia de un problema coronario, es imprescindible acudir de inmediato al médico.