Si ya has opositado en alguna ocasión seguro que sabrás lo que se siente el día clave. Hablamos de el gran día del examen de una oposición. Conocerás cuáles son los nervios, los posibles bloqueos mentales o el miedo a quedarse en blanco. También lo provechoso (o no) del último repaso o las dificultades para descansar la noche anterior. Unas sensaciones que de vivirlas en primera persona aportan un aprendizaje único que, en caso de tener que enfrentarte de nuevo a esa oposición, te serán de enorme ayuda de cara a aprobar el temido examen. Y es que la experiencia es un grado. Pero…¿y si es la primera vez que participas en la oposición? En este caso es siempre interesante realizar un simulacro de oposición que sea lo más parecido posible al examen original y que sirva como ejemplo de lo que puedes encontrarte el día de la prueba final de manera que compruebes el manejo de los tiempos, si has de reforzar algún contenido o si tu cerebro responde positivamente a toda la cantidad de información acumulada. ¿Cómo hacer un simulacro de oposición correctamente? Desde APPF te damos algunas claves.
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Antes de conocer algunas recomendaciones a la hora de realizar un simulacro cabe decir que esta práctica es muy habitual entre las academias de preparación de oposiciones. En su planificación preparatoria está la realización de esta imitación de las pruebas reales que, además, cuentan con un valor añadido, la de realizar el simulacro presencialmente junto con otros alumnos y/o compañeros de academia, recreando al máximo lo que sería el examen real.
El objetivo no es otro que aprender a hacer el examen, familiarizarse con la estructura y tipos de pregunta de la prueba, conocer cómo se gestiona el tiempo durante su realización y descubrir cual es la puntuación conseguida, los puntos débiles y áreas o contenidos a reforzar antes del verdadero día clave.
Uno de los beneficios de realizar la prueba conjuntamente con el resto de alumnos de la academia de oposiciones, es el de poder comparar los resultados con el resto de participantes y saber qué puntuación y posición ocuparías respecto de otros aspirantes. Lo más parecido a un examen real que puede practicarse antes de la prueba final.
Sin embargo cuando preparas tu oposición por libre deberás planear un simulacro de oposición que tú mismo diseñes. Hay algunos consejos que debes seguir para hacer de este examen ficticio lo más real posible. Si consigues ponerlos en práctica serás capaz de reducir tu ansiedad, preparar tu destreza y tu mente para el examen definitivo y ganar en confianza para el «día D».
En cada convocatoria de oposición podrás encontrar la descripción detallada de cada tipo de prueba a realizar. Será importante saber si la prueba incluye el desarrollo por escrito de un tema o un tipo test. Si existe algún ejercicio de análisis, resolución de cuestiones, problemas y casos, demostración de habilidades de algún tipo, etc. Trata de plantear tu simulacro de oposición lo más parecido a lo que digan las bases y, si es posible, teniendo como referencia pruebas de ediciones anteriores. Hay libros que ofrecen preguntas de exámenes tipo test de oposiciones de otros años que puedes utilizar para diseñar tu simulacro. Siempre deberás ser consciente de que se trata solo de una simulación y que si el resultado conseguido ha sido positivo este debe traducirse en mayor confianza para ti pero no en relajación de cara al examen final, el cual, seguro que variará respecto del simulacro.
Aunque el simulacro de oposición no tenga nada de oficial, piensa que sí lo es. Así que imita todo aquello que tendrás o necesitarás hacer el día clave. Eso incluye tener cerca tu DNI, hacerte con el material que vayas a utilizar; bolígrafo, bolígrafo de repuesto, lápiz, goma, calculadora si en tu convocatoria se permite. Botella de agua y algo de comida si la prueba va a ser muy larga. Viste la misma ropa que usarías en el examen (ropa cómoda a ser preferible) y procura tener a mano pinzas del pelo, gomas del pelo, reloj, gafas de contacto u otros accesorios que puedan hacerte más fácil la experiencia.
Insistimos, tenlo todo en cuenta. El número de preguntas de que suelen componerse las pruebas. El tiempo máximo al que tendrás que ceñirte el día de realización del examen real. E incluso el método de evaluación (cómo se puntúa, si las respuestas erróneas restan o no, etc.) para poder tener una aproximación de cómo de acertado has estado en el simulacro y tu verdadero nivel de cara al examen. En este sentido es importante que el simulacro lo realices cuando hayas desarrollado y estudiado una gran totalidad del temario.
Es evidente que nunca sentirás los mismos nervios y estrés en un simulacro de oposición que en la verdadera prueba final. Pero haberte enfrentado a una experiencia parecida te brindará una mayor seguridad y autoestima de cara a ella y te permitirá, incluso, estar menos ansioso en la futura prueba final. Interiorizar la dinámica del examen, poner a prueba nuestra capacidad mental y estrategias para aprobar nos harán ser conscientes de nuestra buena preparación y así reforzar nuestra confianza.
La buena administración del tiempo es fundamental en la realización de la prueba final. Una mala gestión del mismo provocará que te falte tiempo para responder preguntas del examen o que te sobre por haber respondido otras demasiado rápido por miedo a que suene la campana de finalización que avisa de la hora límite. Realizando uno o varios simulacros podrás mejorar tus marcas personales y adquirir más habilidades para jugar con el reloj durante el examen. A mayor número de simulacros, mejor gestión del tiempo.
Si el examen es a desarrollar evalúa cuánto tiempo te lleva la redacción de la respuesta. Conocerás así si tu velocidad de escritura es óptima. De cuánto tiempo puedes disponer en el repaso final de tu texto, en busca de omisiones, errores o fallos ortográficos.
Gracias al simulacro de oposición podremos saber cómo de preparados estamos para la prueba final y cuáles son nuestros puntos más débiles. ¿No has podido recordar una parte del temario? ¿Te has quedado en blanco en la parte normativa? ¿Creías que tu estrategia para aprobar daría sus frutos y no lo ha hecho? ¿Has caído en la cuenta de que leer todo el tipo test antes de responderlo no te funciona? Nada mejor que un simulacro para descubrir si tu preparación es óptima y productiva; y si no lo es…la buena noticia es que todavía estás a tiempo de reformularla y reforzar las áreas más vagas o débiles de tu preparación.
Recuerda que existen una serie de consejos y/o trucos para practicar y superar los exámenes tipo test, como el de leer todas las preguntas del examen antes de comenzar a responder pues muchas opciones de respuesta pueden contener pistas para contestar a otra pregunta, marca aquellas preguntas que sabes con seguridad o tener cuidado con aquellas preguntas que contienen respuestas con términos como «nunca», «siempre, «en todo caso» puesto que suelen ser erróneas. Practica este aspecto en tu simulacro.
Si has trabajado la memorización del temario y contenidos en base a la práctica de las reglas mnemotécnicas, el simulacro es un gran momento para comprobar su buen funcionamiento. Te ayudan a recordar datos e información estarás reforzando tu seguridad y confianza en ellas. Si por el contrario, no funcionan, prueba a practicar otras reglas diferentes u otras técnicas o trucos de memorización distintas para mejorar la curva del olvido.
Lo hemos dicho en más de una ocasión. Aprobar una oposición es una carrera de fondo donde todo cuenta. Desde la planificación hasta el esfuerzo y dedicación empleados pasando por el espacio de estudio y su buena organización, los descansos y los métodos de estudio. La lectura, la relectura, los esquemas, los mapas mentales, los repasos, y por supuesto, los simulacros de los que os hemos hablado en el artículo de hoy. Hay que encontrar el equilibrio entre todos estos elementos. También buscar la motivación y actitud que nos ayude a sacar el máximo partido a cada tarea opositora, está el futuro éxito del aspirante.
A todos estos agentes intrínsecos que forman parte del proceso del opositor hay que añadir más elementos. Aquellos elementos externos que nos brindan una ayuda incalculable para conseguir la máxima puntuación. También los que nos ayudan a lograr una plaza pública. Como, por ejemplo, la realización de cursos homologados con los que poder aumentar el baremo de méritos. Entra en APPF donde encontrarás un amplio catálogo de cursos homologados por la Universidad Nebrija para oposiciones de educación, sanidad y justicia. Elige los que mejor se adaptan a ti y completa tus méritos para superar tu oposición.
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