Los profesores de secundaria son aquellos docentes encargados de impartir enseñanzas integrales a alumnos, cuyas edades comprenden entre doce y dieciséis años, edad de la educación secundaria obligatoria, y a alumnos de entre dieciséis y dieciocho años que cursan el Bachillerato. La Formación Profesional y las enseñanzas de régimen especial, idiomas, artísticas, pueden realizarse con otra edad y también se consideran Enseñanza Secundaria.
Su objetivo no es otro que formar a los estudiantes en lo referente a conocimientos básicos culturales, ya sea de una materia específica o troncal, siempre de manera transversal. Pero también es el encargado de construir y reforzar hábitos de trabajo, estudio y esfuerzo sin dejar de prestar atención a su orientación educativa de cara a su posible futuro como estudiante de enseñanzas superiores o en su carrera laboral.
Comprobemos algunas de las características y competencias básicas que debe reunir el perfil de un profesional de la educación secundaria.
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El perfil del educador de enseñanza secundaria
En el sistema educativo español del nuevo siglo, el docente de Secundaria deberá tener como objetivos principales los directamente relacionados con la enseñanza de las materias y la formación del individuo a nivel personal, educativo y profesional; sin embargo, su perfil debe contar con capacidades adicionales que completen y enriquezcan la figura del educador actual, entre ellas, la capacidad y disposición para trabajar en equipo y saber integrarse de manera natural en el proceso de proyectos colectivos. Una mayor atención al conocimiento y aplicación de nuevas metodologías, así como al continuo y permanente reciclaje y profesionalización del docente, un uso importante y adecuado de las ventajas que aportan las nuevas tecnologías de la información y comunicación, o una constante atención a los cambios sociales que se producen tanto dentro como fuera del sistema educativo.
Aunque no existe un perfil concreto y genérico para el profesor de Enseñanza Secundaria, sí que aquel que reúne estas cualidades culturales, pedagógicas y metodológicas anteriormente citadas estará más cerca de lograr el objetivo de la formación integral del alumno, verdadero evaluador en sus resultados conseguidos, del método y perfil del docente de secundaria.
Cualidades a reunir por el docente de secundaria
Más allá de aspectos como su conocimiento de la materia, su cultura general o actualización didáctica, es esencial que el docente de Secundaria reúna gran parte de las siguientes características:
- Poseer habilidades de comunicación.
- Capacidad para motivar y animar a los estudiantes.
- Buenas habilidades sociales a la hora de relacionarse con sus alumnos, pero también con el resto del profesorado, padres y personal del centro.
- Ser disciplinado, paciente y tener capacidad para resolver problemas y trabajar bajo presión.
- Contar con entusiasmo, energía y actitud positiva.
- Ser planificado y organizado.
- Trabajar desde la igualdad y saber buscar la inclusión de aquellos alumnos que requieran de atenciones especiales.
Reuniendo estas cualidades, el docente podrá llevar a cabo de modo efectivo las tareas y responsabilidades propias de su profesión en pro de lograr sus objetivos pedagógicos.
Las 8 competencias clave del educador de enseñanza secundaria
Si nos fijamos en el Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria, por la que el Ministerio de Educación y Formación Profesional describe las ocho competencias clave que son básicas al currículo de la educación secundaria y con las que el sistema educativo español se adapta a las competencias clave establecidas en la Recomendación del Consejo de la Unión Europea vinculadas a los retos y desafios que plantea el siglo XXI. Entre ellas encontramos:
Competencia lingüística
La enseñanza lingüística y comunicativa supone un aprendizaje permanente para el individuo. El docente deberá promover su uso satisfactorio a través de contextos que permitan su perfeccionamiento, bien por medio de las tareas, proyectos, resolución de problemas a realizar, fomentando el intercambio comunicativo entre alumnos y con este intercambio comunicativo, mejorar sus conocimientos y otras destrezas como la socialización.
¿En qué formas debe transmitirse los conocimientos de esta competencia?. No solo de manera oral, también en forma de escritura, audiovisualmente, incluso, tecnológicamente. Se trata de una competencia más compleja de lo que la simple comunicación por el lenguaje indica. Además, es un instrumento beneficioso para el desarrollo de la socialización en el individuo.
De esta manera, el centro educativo, y con el, el profesor o profesora de educación secundaria, tendrá como misión el desarrollo de esta competencia mediante actuaciones como diseñar un Proyecto Lingüistico del Centro, un Plan Lector, o estrategias para el uso de la Biblioteca Escolar para el aprendizaje, fomento y disfrute de la lectura.
Competencia plurilingüe
Esta competencia implica el uso de distintas lenguas, ya sean orales o escritas, de una manera adecuada y eficaz para el aprendizaje y la comunicación. No solo se trata de comprender, sino también de interpretar ideas, sentimientos, opiniones, etc. en las distintas lenguas y sus correspondientes contextos sociales y culturales. Esta competencia integra, las dimensiones históricas e interculturales orientadas a conocer, valorar y respetar la diversidad lingüística y cultural de la sociedad en pro de mejorar la convivencia democrática.
Competencia matemática, de ciencia, tecnología e ingeniería (STEM)
Con esta competencia se reconoce el papel que desempeñan las matemáticas en el mundo. Con el uso de la competencia matemática el alumno será capaz de establecer un vínculo entre el conocimiento del concepto y del procedimiento matemático a la hora de poder aplicarlo en la resolución de problemas que puedan aparecer en diferentes situaciones de la vida cotidiana.
La competencia matemática implica la capacidad de para hacer uso del razonamiento numérico y valerse de las herramientas que ayudan a describir, interpretar y predecir las operaciones necesarias en su contexto particular, ya sea personal, social, profesional o científico.
Conocer números, medidas, operaciones, representaciones y conceptos matemáticos será de vital necesidad para aplicar las matemáticas en el mundo y para ser capaz de resolver problemas determinados que puedan surgir en el día a día.
Para el desarrollo de la competencia matemática será necesario abordar cuatro áreas relacionadas con los números, el álgebra, la geometría y la estadística que estarán interrelacionadas por conceptos o nociones como la cantidad, el espacio y la forma, el cambio y las relaciones y la incertidumbre y los datos.
La competencia en ciencia supone comprender y saber explicar el entorno natural y social mediante el conjunto de conocimientos y metodologías (entre las que se encuentran la observación y experimentación) de manera que puedan surgir y plantearse preguntas y emitirse conclusiones basadas en pruebas que permitan su interpretación.
Por su parte, la competencia en tecnología e ingeniería implica aplicar conocimientos y metodologías propias de las ciencias para poder trabajar por el cambio de nuestra sociedad con las necesidades o deseos de las personas.
Competencia digital
La competencia digital es aquella que implica el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad.
Esta competencia supone una importante adquisición de nuevos conocimientos, habilidades y actitudes necesarias hoy en día para ser competente en un entorno digital. Especialmente importante en este tiempo en que vivimos es el conocimiento de un buen acceso a la información, a su procesamiento y uso para la posterior comunicación, así como la creación de contenidos y el modo en que el ser es capaz de valeres de los recursos tecnológicos disponibles para resolver problemas reales.
Incluye alfabetización en información y datos, comunicación y colaboración, educación mediática, creación de contenidos digitales, seguridad y ciberseguridad, asuntos relacionados con la ciudadanía digital, privacidad, propiedad intelectual, resolución de problemas y pensamiento computacional y crítico.
Competencia personal, social y de aprender a aprender
Autoconocerse, aceptarse y promover un crecimiento personal constante son cuestiones que forman parte de la competencia personal, así como una buena gestión del tiempo, mantener la resiliencia o hacer frente a la incertidumbre y la complejidad, adaptarse a los cambios, etc.
Colaborar con otros de forma instructiva, identificar conductas contrarias a la convivencia y desarrollar estrategias para abordarlas, contribuir al bienestar físico, mental y emocional propio y de los demás o expresar empatía son algunas de las capacidades a trabajar dentro de la competencia social.
Junto con ambas, saber aprender a aprender es otro aspecto fundamental para el aprendizaje permanente a lo largo del tiempo y aplicable a distintos contextos formales e informales. Una competencia que equivale a saber motivarse, organizarse y persistir para aprender. Que fomenta el interés en el proceso de estudio y conocimiento y que implica la búsqueda efectiva de objetivos.
Aprender a aprender comprende una serie de conocimientos y destrezas que necesitan de la reflexión y toma de conciencia de los procesos de aprendizaje. Es decir, que sabe el propio alumno de lo que sabe y lo que desconoce, de lo que le interesa, de los que es capaz de aprender. Qué conoce el alumno de la disciplina a aprender y de las estrategias posibles para afrontar una tarea.
El objetivo conjunto; ser capaz de llevar una vida orientada al futuro y desarrollar habilidades para cuidarse a uno mismo y a los demás.
Competencia ciudadana
Por medio de esta competencia, alumnos y alumnas podrán ejercer una ciudadanía responsable y participar plenamente en la vida cívica y social, comprendiendo conceptos y estructuras sociales, jurídicas, económicas y políticas. También implica el conocimiento de acontecimientos mundiales, compromiso activo con la sostenibilidad. Se trata de adquirir los valores de una cultura democrática respetando los derechos humanos y reflexionando sobre los grandes problemas éticos de nuestro tiempo. Esta competencia incluye el desarrollo de un estilo de vida que cumpla con los objetivos sostenibles marcados en la Agenda 2030.
Competencia emprendedora
Adquirir esta competencia es fundamental para formar ciudadanos que puedan ser futuros emprendedores, contribuyendo de esta manera a la cultura del emprendimiento. La iniciativa supondrá no solo tomar partida, intervenir o resolver situaciones, sino también elegir y gestionar conocimientos o habilidad para alcanzar un objetivo concreto.
Esta competencia tiene presencia en muchos ámbitos, desde el personal al social pasando por el laboral o el escolar y es fundamental su adquisición para la formación de futuros ciudadanos emprendedores. En su formación deben incluirse destrezas y conocimientos relacionados con las oportunidades de carrera y el mundo del trabajo, la educación financiera o económica, el saber sobre la organización y los procesos empresariales.
La capacidad para reconocer las oportunidades existentes personales, profesionales y comerciales o la comprensión del funcionamiento de las organizaciones sindicales y empresariales son algunos aprendizajes fundamentales a adquirir en esta competencia.
Conciencia y expresiones culturales
Esta competencia implica conocer, comprender, apreciar y valorar con espíritu crítico, desde una actitud abierta y respetuosa, las diferentes manifestaciones culturales y artísticas. Además de saber aprovecharlas como fuente de enriquecimiento y disfrute personal.
Conocer la herencia cultural en forma de patrimonio cultural, histórico-artístico, literario, filosófico, cinematográfico tanto a nivel local, nacional o europeo, los diferentes autores y obras de relevancia de cada una de estas expresiones, los distintos estilos de cada arte u otras manifestaciones culturales y artísticas presentes en la vida cotidiana (vivienda, moda, gastronomía, folclore, fiestas).
Estos conocimientos son necesarios para poner en práctica destrezas como habilidades de pensamiento, perceptivas, comunicativas o de sensibilidad para poder entender las manifestaciones culturales y artísticas y poder disfrutarlas, vivirlas y sentirlas desde el interés y el respeto.
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