Consulta nuestro completo catálogo de cursos sanitarios baremables y acreditados
¿Quieres opositar tras años sin estudiar?. Casi no recuerdas tus tiempos de estudiante. Ni cuándo fue la última vez que pasaste horas y horas delante de libros y apuntes. O los nervios que acompañaban las horas previas a los exámenes. Ha llovido mucho desde que diste por finalizados tus estudios. Encontraste trabajo y desarrollaste tu carrera profesional. Sin embargo, bien por reorientar tu carrera laboral o bien porque has sufrido la pérdida de tu empleo, decides preparar una oposición de entre la gran oferta de plazas existentes en la actualidad.
Toca, por tanto, rememorar viejos hábitos de estudio, y esto no será tarea fácil. Volver a estar preparado física y mentalmente para estudiar requiere fuerza de voluntad y constancia, así como un ejercicio de adaptación a nuevos métodos de estudio y volver a entrenar técnicas de aprendizaje que una vez te funcionaron.
Si estudiaste una vez y tuviste éxito es que puedes volver a hacerlo. No obstante, te dejamos una serie de consejos que pueden ayudarte en tu reincorporación al mundo del estudio.
Indice de contenidos
Opositar también es trabajar
El primer consejo es entender la preparación de una oposición como la suma de jornadas de trabajo mensuales. Debes asimilar tu dedicación al estudio de una oposición, a esos días en que trabajabas 6 u 8 horas diarias en tu puesto laboral. Y ser estricto con los hábitos de estudio, disciplinado con los horarios y justo con tus descansos. Si consigues interpretar el periodo de oposición como un trabajo no remunerado con rendimientos a largo plazo estarás ganando confianza, tranquilidad y apoyo. Si eres de los que has estado trabajando durante los últimos años, sabrás de primera mano cómo aplicar estas pautas a tu nueva vida de opositor.
Las prisas son siempre malas consejeras
Notarás que en tu retorno a la formación y el aprendizaje las horas pasan rápidamente y son inversamente proporcionales a tu rendimiento al final del día. Que no cunda el pánico. Volver a estudiar necesita de un periodo de adaptación. Como ese atleta que abandonó su disciplina deportiva para años después volver a competir, y que ahora necesita ponerse en forma.
Si tus lentos progresos merman tu tranquilidad, acabarás por desfallecer en el camino hacia tu objetivo. Debes entender que solo con tu dedicación y empeño en el estudio lograrás mejorar tu productividad, recuperando viejas sensaciones de tus años como estudiante de bachiller o universitario.
Es cierto que las responsabilidades adquiridas en tu vida adulta (hogar, familia, necesidad de estabilidad económica) restan tiempo a tu jornada. Pero estas circunstancias tampoco deben llevar a precipitarse. Estudiar con prisas para aprovechar las horas de estudio al máximo tampoco es recomendable. Por eso, la paciencia debe ser tu aliada en la búsqueda de la eficacia. Estudio progresivo, tranquilidad y concentración en tu jornada, son sinónimos de buenos resultados.
Revisa tus métodos de estudio
Puede que hayan pasado décadas desde que cerraste el último libro de tu etapa en el instituto o la universidad. Desde entonces los tiempos han cambiado y con ellos, las técnicas de estudio. La evolución de internet como fuente inagotable de recursos de apoyo no existía en tus tiempos como estudiante. Ni siquiera existía presencia de los Smartphones. Herramienta que ahora deberás gestionar para que no se convierta en un enemigo a tu rendimiento.
Aprender nuevas técnicas de estudio, en ocasiones apoyado por preparadores, academias o completando tu formación con cursos baremables como los que ofrece APPF, serán una excelente manera de mejorar tu estudio y adaptarlo a nuevas posibilidades.
Opositar tras años sin estudiar : Optimismo y metas
Este último consejo para opositar tras años sin estudiar es aplicable a cualquier estudiante de oposición, lleve o no años sin enfrentarse a un libro abierto. Afrontar la etapa de opositor con ilusión y optimismo es tan importante como la voluntad y la constancia. Marcar una meta y no dejarse vencer en su camino por las típicas comparaciones de edad o capacidades con otros candidatos, o rendirse ante factores externos como la presión social, económica o laboral, serán cuestiones que contribuirán a lograr el objetivo.
Una actitud positiva, siempre debe ser una máxima en el proyecto por aprobar una oposición. Y recuerda, si una vez conseguiste culminar tus estudios, podrás repetir el éxito, por ejemplo de cara a ser profesor, sea cual sea el tiempo transcurrido.