Las competencias sanitarias de las Comunidades Autónomas

Competencias sanitarias de las Comunidades Autónomas – Guía rápida

La llegada de la Constitución española hace hoy más de 40 años supuso un enorme cambio en la ciudadanía al instaurar el denominado Estado Social y el Estado democrático de Derecho. En esa garantía de bienestar para todos los ciudadanos se enmarcaban distintas medidas de protección y justicia social entre las que forman parte el sistema de educación pública, el sistema de pensiones, de protección contra el desempleo o, por supuesto, un sistema de salud público que ofrece asistencia médica a todos los españoles de una manera universal y gratuita.

Este sistema sanitario es, pues, un patrimonio de todos los españoles, un referente de la sanidad dentro y fuera de nuestras fronteras y un ejemplo de cobertura a nivel global, ya que España es uno de los países con menor población excluida de una asistencia sanitaria completa. Sin embargo, para entender su esencia y el porqué de su buen funcionamiento es necesario conocer su  compleja naturaleza asentada en una serie de transferencias para su ejecución, gestión, administración y financiación por las que las distintas comunidades autónomas reciben una serie de competencias, aquellas que no corresponden al Estado.

Conozcamos un poco más sobre cómo se organizan las diferentes comunidades autónomas en materia sanitaria, los distintos servicios de salud existentes y cómo convertirse en un profesional de la sanidad pública.

Un poco de historia sobre el Sistema de Salud en España

Fue en el año 1986 cuando se aprobó la Ley General de Sanidad en la que se desarrollaba todo lo establecido en la Constitución española sobre el derecho a la protección de la salud. Con esta norma nació el Sistema Nacional de Salud que quedó definido como;

el conjunto de los Servicios de Salud de la Administración del Estado y de los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas convenientemente coordinados, el principio de integración para los servicios sanitarios en cada Comunidad Autónoma inspira el artículo 50 de la Ley: «En cada Comunidad Autónoma se constituirá un Servicio de Salud integrado por todos los centros, servicios y establecimientos de la propia Comunidad, Diputaciones, Ayuntamientos y cualesquiera otras Administraciones territoriales intracomunitarias, que estará gestionado como se establece en los artículos siguientes bajo la responsabilidad de la respectiva Comunidad Autónoma

De este modo, y siguiendo los principios de universalidad, financiación pública, equidad en el acceso o descentralización, fue tomando forma el sistema sanitario que hoy conocemos, el que cubre prácticamente todas las atenciones médicas que el ciudadano pueda tener a través de la organización y responsabilidad de las Comunidades Autónomas en coordinación con el Estado.

Esta Ley fue complementada por la Ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, modificando y ampliando algunos de sus artículos a fin de adaptar la sanidad española a la realidad social y política del país. Una norma que llegó en un momento en el que el modelo de competencias y financiación sanitaria asumidas entre Estado y comunidades se consideraba los suficientemente estable y capaz para asumir todos los retos que la sociedad demandaba a nivel sanitario.

Con él, se establecería la composición y funciones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en España, el órgano encargado de garantizar la cooperación e intercomunicación entre los diferentes servicios de salud de las comunidades autónomas y la administración del Estado a fin de cumplir con los derechos de los ciudadanos en todo el territorio español.

Pero, ¿cómo es, en realidad, esta organización territorial de la sanidad?

La distribución territorial de la sanidad

El título II de la Ley General de Sanidad establece las competencias sanitarias que corresponden al Estado y aquellas que son atribuidas a las Comunidades Autónomas. En ese sentido, el artículo 41 marca que:

1. Las Comunidades Autónomas ejercerán las competencias asumidas en sus Estatutos y las que el Estado les transfiera o, en su caso, les delegue.

2. Las decisiones y actuaciones públicas previstas en esta Ley que no se hayan reservado expresamente al Estado se entenderán atribuidas a las Comunidades Autónomas.

Es el Gobierno Central el que, a través del Ministerio de Sanidad tiene el deber de promover esa coordinación y cooperación para el buen funcionamiento del sistema. A través de la recaudación de impuestos se encarga de financiar todas las prestaciones sanitarias así como de distribuir el presupuesto entre las diferentes comunidades.

El traspaso de competencias legislativas, ejecutivas y coordinación hospitalaria del Estado a las comunidades se realizó de manera paulatina pues comenzó a comienzos de la década de los 80 para comunidades como Cataluña, Andalucía o el País Vasco y concluyó en 2001 para los territorios restantes como Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana o Madrid, entre otros. El Ministerio es únicamente responsable directo de la planificación, gestión y administración en materia sanitaria de la comunidades autónomas de Ceuta y Melilla por medio del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, más conocido como INGESA.

¿Cuáles son los servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas?

Tras conocer la descentralización sanitaria en que se estructura nuestro país, es fácil comprender cómo cada comunidad autónoma ha ido dotándose de un Servicio de Salud propio. Se trata de instrumentos administrativos y de gestión con los que cada territorio español pueda asumir las responsabilidades en materia sanitaria derivadas de la transferencia.

Entre las muchas competencias atribuidas a las Comunidades Autónomas está también la de garantizar el acceso al empleo público de los ciudadanos por medio de la convocatoria de ofertas de empleo público cuyos procesos selectivos estén regidos por los principios de mérito, capacidad, igualdad y publicidad a fin de cubrir las necesidades laborales del sistema de salud de cada región.

¿Cómo ser parte de un servicio de salud?

Podrán formar parte de un servicio de salud y trabajar en un centro de salud u hospital de los que integran el Sistema Nacional de Salud aquellos profesionales que hayan cursado estudios sanitarios o de enfermería y cuenten con la titulación requerida por las bases expuestas en la convocatoria correspondiente de cada comunidad autónoma. Y también, aquellos que no pertenezcan a la rama de la salud pero que, contando con la titulación adecuada, deseen conseguir una plaza en uno de los muchos puestos que forman parte de la estructura organizativa de cada sistema de salud autónomo, es decir, personal de gestión y servicios como celadores, auxiliares administrativos, trabajadores sociales, pinches, personal de lavado y planchado, etc.

Para ello deberán cumplir no solo con los requisitos de titulación presentes en las bases de cada convocatoria sino también con los propios de la edad, nacionalidad, capacidad y habilitación legal y, por supuesto, tomar parte como aspirantes en la convocatoria de oposiciones de la comunidad autónoma correspondiente.

Un denominador común de las oposiciones del ámbito de la salud es que todas se convocan por el proceso de concurso-oposición, por lo que además de superar los exámenes y pruebas establecidas deberás contar con una puntuación que previamente habrá sido establecida en el baremo de méritos de la convocatoria oficial. En APPF te ayudamos en este sentido, pues contamos con un amplio catálogo de cursos baremables sanitarios y no sanitarios válidos para los distintos servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas con los que aumentar tu baremo de méritos.

Concurso-oposición y bolsas de trabajo

Los contenidos a preparar de cara a una oposición sanitaria engloban una parte legislativa tanto estatal como autonómica (Constitución Española, Estatutos de Autonomía o las leyes propias de la estructura de la Consejería de Sanidad correspondiente), así como una más específica con las funciones propias del cuerpo en que se desempeñarán las funciones. Se deberán superar distintas pruebas de tipo teórico y/o práctico que acrediten y evalúen los conocimientos y aptitudes del aspirante de cara al desarrollo de las funciones del puesto al que opta. Tras la adjudicación de las plazas una vez superadas las pruebas y revisión de méritos se creará una bolsa de empleo público que permita cubrir las vacantes temporales que puedan surgir a lo largo del año con aquellos opositores que no obtuvieron plaza pero aprobaron el examen de la oposición.

En APPF siempre te recomendamos hacerte con un completo temario, evaluar tus características como estudiante y organizarte y planificar tu estudio en base a ellas para sacar el máximo provecho a tu tiempo de estudio. Se constante, establece buenos hábitos y esfuérzate. Haz descansos para recargar pilas y pon en práctica algunas de las técnicas de estudio que te hemos recomendado en más de una ocasión en nuestro blog. Realiza cursos acreditados en sanidad para sumar los máximos puntos posibles y ampliar tus probabilidades de éxito.

Y recuerda: ¡Ten en todo momento muy visible y presente tu gran objetivo! definir tu futuro profesional dentro del ámbito sanitario y desempeñar unas funciones acordes con tu formación y vocación, además de ser parte activa e integrante de un sistema de salud necesario y vital para todos los españoles. La sociedad moderna cada vez exige un mayor fortalecimiento de la capacidad asistencial sanitaria a todos los niveles, desde la atención primaria hasta en su infraestructura, recursos materiales y humanos a fin de poder garantizar la acceso al derecho a la salud de todos los ciudadanos del territorio español y tú también puedes poner tu granito de arena para lograrlo.