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En posts anteriores del blog de APPF hablamos de la procrastinación en la preparación de oposiciones. Una práctica capaz de limitar nuestro rendimiento en el estudio y que conviene conocer, para así, entrenar para lograr un mejor aprovechamiento del tiempo de trabajo. En este artículo hablaremos de otro concepto que también forma parte de la psicología de la productividad y que está, en ciertos aspectos, relacionado con la procrastinación. La denominada Ley de Parkinson.
Indice de contenidos
¿Qué es la Ley de Parkinson?
Cuando tenemos que realizar una tarea o realizar un trabajo en un plazo concreto de tiempo y no lo finalizamos hasta el último momento estamos cumpliendo con la denominada Ley de Parkinson. La Ley de Parkinson nos dice que la acción que debemos ejecutar la extendemos en el tiempo cuando realmente podría haberse realizado en un tiempo menor.
La Ley de Parkinson fue enunciada por el escritor e historiador británico Cyril Northcote Parkinson en 1957, que definía literalmente esta ley como aquella en que «el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine».
¿Quién fue Cyril Northcote Parkinson?
Nacido en Barnard Castle, Reino Unido, Northcote Parkinson fue un historiador naval que escribió más de 60 obras a lo largo de su carrera, muchas de ellas ficción histórica, pero que es principalmente recordado por ser el autor de La ley de Parkinson y otros estudios, una colección de estudios breves sobre la expansión burocrática y el trabajo de los funcionarios en la administración británica.
La primera vez que se habló de este principio fue en la sátira de las instituciones burocráticas «La ley de Parkinson y otros estudios». Según Parkinson cuanto más tiempo se disponga para finalizar una tarea, más divagará la mente. Esto provocará que trabajos que, a priori, eran sencillos pudiesen convertirse en más complejos de la cuenta. Para el creador de esta ley el ser humano centrará más su atención y obtendrá mejores resultados bajo la presión de una fecha límite.
Este principio entronca con la procrastinación al incidir sobre la demora de tareas, ya sean por su prolongación en el tiempo o por ser realizadas en el último momento.
La importancia de la productividad en la preparación de oposiciones
A la hora de preparar una oposición el tiempo nunca es suficiente. Especialmente en aquellos casos en que el opositor u opositora compaginan sus horas de estudio con un trabajo a media jornada, con hijos a cargo u otras tareas de obligado cumplimiento en su vida diaria. Estudiar mucho y bien, es la clave para conseguir la ansiada plaza pública, y en ello, la productividad juega un papel fundamental.
No basta con dedicar muchas horas sentado frente al temario, es necesario que ese tiempo de dedicación sea lo más productivo posible, sin distracciones, cumpliendo pequeños objetivos o metas, sintiendo que avanzas en la asimilación de conceptos. Ser altamente productivo no es una tarea sencilla. No siempre se está lo bastante descansado para rendir plenamente, ni se está libre de preocupaciones o ansiedades varias que permitan a tu mente aprovechar de manera óptima lo estudiado.
En ese sentido, evitar vicios como no enfrentarse o demorar las partes más complicadas de un temario, dejarlo todo para el último momento o no aplicar técnicas de estudio en tu preparación de oposiciones, puede ser un verdadero hándicap a la hora de aprobar tu oposición.
Qué supone la aplicación de la ley de Parkinson, durante la preparación de oposiciones
Está claro que la gestión del tiempo es un aspecto fundamental en la preparación de oposiciones. Planificando el estudio o fijando pequeñas metas a corto plazo lograremos buenos hábitos de estudio, mejorará la concentración y se evitarán distracciones indeseadas. Estas decisiones de organización en el estudio contribuirán a la consecución de objetivos de rendimiento y ayudarán en la aplicación de la ley de Parkinson.
Gracias a la aplicación de este principio estaremos, además, combatiendo la creencia generalizada de a mayor tiempo de dedicación a una tarea, mayor calidad y mejores resultados. Un supuesto que no en todos los casos es cierto puesto que el tiempo no es el que garantiza los resultados sino, su óptimo empleo.
El efecto bola de nieve
Con la Ley de Parkinson, también evitaremos la denominada teoría del efecto de la bola de nieve, por la que algo minúsculo acaba inesperadamente por convertirse en algo mucho más grande. En el proceso de la preparación de una oposición, aquel sencillo tema que puede estudiarse en un breve espacio de tiempo pasará por complicarse si se le dedica mayor tiempo del que realmente requiere. En ocasiones, la urgencia pasa por ser un eficaz aliado en nuestro estudio, ayudando a sacar lo mejor de nuestra capacidad de estudio.
No detener el efecto bola de nieve puede causarnos sensaciones negativas así como episodios de ansiedad o estrés frente al estudio, algo que puede jugar en nuestra contra a la hora del desarrollo normal en la preparación de una oposición.
Trabajando sobre el principio enunciado por Parkinson en nuestra etapa de preparación de oposición, lograremos un aumento de la productividad, ganaremos concreción, concentración y motivación, sacaremos el máximo provecho a nuestro esfuerzo y además, estaremos logrando un mejor aprovechamiento del tiempo. Aprenderás a planificar y gestionar tu tiempo de una manera más racional, en la que, seguramente, notarás que invertirás menos horas y esfuerzo. Incluso podrá quedarte algo de tiempo libre para dedicarlo a otras tareas del estudio o ajenas al que tu quieras. Sin duda, estarás mejorando tus hábitos de estudio y convirtiéndote en un mejor y más eficaz estudiante. Además de ser consciente del verdadero valor del tiempo.
Técnicas para aplicar el principio de Parkinson
Si eres de los que estás en plena fase de preparación de oposiciones, seguro que querrás aprovechar las ventajas enunciadas de esta ley. Te aconsejamos que pruebes varias técnicas para ponerlas en práctica y comprobar sus verdaderos resultados.
Planifica tu trabajo
Planifica y marca límites temporales a cada temario. Límites que deben ser realistas, que sean capaces de definir el día que debes acabar el estudio de ese tema en particular, o el día en que debes hacer el posterior repaso; y, por supuesto, cumple a rajatabla con esos plazos marcados.
Pon límites a tu tiempo
Puedes probar también a establecer un tiempo límite semejante para cada tema y estudiarlo, no más de ese tiempo, para pasar posteriormente a otro tema, aunque realmente no hayas acabado con el temario. Eso ayudará a mejorar tu sensación de urgencia y al progreso de tu productividad.
Estudia en tus horas más productivas
Todos tenemos un momento del día en que todo nos resulta más sencillo. Para unos es a primera hora de la mañana, para otros con el silencio de la noche. Si sabes de antemano cuáles son las horas del día en que estás más despierto, creativo y productivo, aprovéchalas. De esta manera notarás que avanzas en tu tarea más rápido y que no dejarás trabajo para más tarde.
Utiliza la técnica del pomodoro
El método del Pomodoro busca mejorar la gestión del tiempo que se dedica a una actividad concreta. Es aplicable a la gran mayoría de los ámbitos de nuestra vida y, por supuesto, también a la preparación de unas oposiciones. Para ello deberemos hacer una lista de las tareas o temas pendientes definiendo el orden en que nos enfrentaremos a ellas. Deberás preparar estas tareas en un tiempo previamente definido de 25 minutos donde te concentres de manera completa. Posteriormente deberás dejar un tiempo de aproximadamente 5 minutos para el descanso para después volver a enfrentarte a la tarea durante otros 25 minutos. Cada 4 de estos intervalos podrás incrementar tus minutos dedicados al descanso.
Esta técnica te permitirá reducir la sensación de ansiedad ante una gran carga de trabajo, ser más productivo durante los periodos en que estudias y no dejar para el último momento las tareas más arduas o complejas.
Busca herramientas de gestión de tareas
En la actualidad existen numerosas herramientas de gestión de tareas que permiten organizar tus jornadas de trabajo, programar fechas para finalizar metas u objetivos establecidos y poder asegurarte de que optimizas tu tiempo al máximo.
Es el caso de Trello, una herramienta que te permite ver en qué estás trabajando, en qué momento del proceso te encuentras, crear tarjetas de tus temas de estudio, etc. Además de ser una herramienta colaborativa. Todoist es otro gestor que nos ofrece la posibilidad de anotar todas las tareas que tenemos que realizar, descargando nuestra mente para que podamos centrarnos solo en ser productivos en nuestro estudio. Toggl nos ayudará a controlar y distribuir el tiempo que dedicamos a cada parte de nuestro estudio. O Forest, una app muy divertida en la que crecerán árboles virtuales por cada tarea que completemos.
En cualquier caso, haz un estudio de tus hábitos y rutinas de estudio y observa en qué aspectos puedes trabajar para aplicar la Ley de Parkinson. Podrás así enriquecer tu rendimiento y tiempos de estudio.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. ¡Actúa!
Ahora que sabes qué es la Ley de Parkinson y cómo trabajar tu productividad para no prolongar tareas en el tiempo, prueba a ponerla en práctica. No solo en el estudio de tus oposiciones, también en tu vida personal. Aquellas gestiones o papeleos que tienes que hacer y vas demorando, aquel regalo que tienes que comprar y vas dejando para última hora, aquella llamada a un familiar que llevas tiempo queriendo hacer pero que nunca haces. Pequeñas tareas cotidianas que cuando más postergas, más tiempo ocupan en tu cabeza sin ponerles remedio. Actúa, alcanza tu productividad y descubre tus verdaderas capacidades. Tu éxito está ahí.
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