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En todos los ámbitos, descansar es un aspecto clave para lograr el éxito. Un atleta que entrene continuamente y que no guarde tiempo para el descanso físico será un deportista cuyo rendimiento en la prueba final no será pleno, obteniendo, con casi toda probabilidad, resultados negativos. Igualmente, un opositor que dedique jornadas maratonianas al estudio sin lugar para el descanso acabará por acusar el desgaste y bajará su productividad.
Se trata de compensar los esfuerzos, de dar tregua a cuerpo y mente para que estos puedan responder correctamente a nuestras exigencias en el estudio. Nuestro bienestar físico y psíquico debe ser un factor esencial e innegociable dentro de la etapa opositora.
Recientemente hablábamos de cómo organizar los descansos, clasificándolos entre descansos a corto, medio o largo plazo. O de la importancia del sueño para una mayor productividad en las horas de estudio. Pero, ¿Cómo puedo aprovechar de la mejor manera mis descansos entre jornadas de estudio? ¿Qué actividades debo o no debo hacer para lograr liberar a cuerpo y mente? Te lo contamos.
Indice de contenidos
¿Por qué descansar?
El buen opositor es aquel que sabe cuándo tiene que estudiar y también cuándo tiene que descansar. El estado emocional es fundamental, ya que no se puede estudiar si se está cansado, estresado o desmotivado, ya que sería un desgaste innecesario. A veces es necesario tomarse un descanso de unos días para retomarlo con mucha más fuerza y motivación.
Cuando estamos tantas horas estudiando, bajo presión y estrés, restringiendo nuestra vida social y familiar, es normal que acabemos agotados psicológicamente y hay momentos en los que nuestro cuerpo nos dice ‘hay que parar’. Hay que descansar porque llega un momento en el que cuando se está todos los días estudiando sin cesar, el cerebro no responde y lo único que estamos haciendo es perder el tiempo y estresarnos más todavía.
Al igual que en una jornada laboral de 40 horas en la que existen vacaciones y fines de semana, los opositores también necesitan descansar y tener derecho a sus vacaciones.
¿Qué hacer para desconectar?
Existen miles de actividades que hacer para cuando tomamos nuestro merecido descanso, nuestros días para desconectar y relajarnos. Es importante conocernos a nosotros mismos y saber qué tipo de ocio nos ofrece mayores satisfacciones y mejores sensaciones. Sin embargo, en épocas de estudio, el cansancio y el agotamiento puede nublarnos la mente y dejarnos sin ideas con las que poder ocupar nuestro tiempo libre. Aquí van 5 ideas de actividades para aprovechar los tiempos de descanso.
Haz una escapada y descansa
A veces un cambio de aires puede ser la mejor opción. Puedes aprovechar para visitar a algún amigo en otra ciudad, ir a la montaña o a la playa, ir a una casa rural con amigos, hacer un viaje exprés a otra ciudad o país europeo. Poner tierra de por medio entre libros y apuntes durante el periodo de descanso es, en ocasiones, la mejor y más satisfactoria solución.
Busca tiempo para tus hobbies
Es fundamental que descanses tu mente y dediques tiempo a algo que te guste. Ya sea pintar, leer, tocar un instrumento, ir al cine, escuchar música, bailar, etc. pero ¡hazlo! así tu estado anímico mejorará y cogerás con más fuerza el estudio.
Aprovecha y socializa. Es necesario desconectar.
El opositor es siempre alguien que se encierra en una habitación durante muchas horas, y que se refugia en la soledad de los apuntes. No puedes aislarte y no estar en contacto con el resto de la especie humana. Esto puede afectarte para mal y desmotivarte. Aprovecha y sal con tus amigos, pasa tiempo con tu familia, vete a comer, cenar por ahí. Desconecta del estudio, desahógate con tus seres queridos, ¡diviértete!
Haz deporte
No es la primera vez que insistimos en las bondades de la práctica deporte durante la preparación de una oposición. No solo para beneficiar a tu rendimiento en el estudio sino también para evitar sobrecargas o dolores posturales. Puedes salir a correr, patinar, hacer bici, jugar al fútbol con amigos, acercarte al gimnasio. Además de ayudar a despejarte y a pensar con claridad está demostrado que hacer deporte después de estudiar mejora el aprendizaje.
Prueba con ejercicios de relajación
No somos conscientes de que el estrés nos bloquea a la hora de estudiar y cuando estamos estresados tendemos a hacer más de lo que podemos, lo cual es contraproducente. Es aconsejable aprender técnicas de relajación o realizar deportes como Yoga o Pilates.
Existen multitud de ejercicios y técnicas de relajación que, sin embargo, puedes realizar en periodos breves de descanso entre las horas de estudio.
Una de las más fáciles y que se puede hacer en cualquier parte es la respiración diafragmática; consiste inspirar por la nariz, llenando tu abdomen de aire, mantenerlo y a continuación soltar el aire por la boca paulatinamente. Realizando esta técnica unas cuantas veces, notarás que te sientes mucho mejor.
Otra de las mejores técnicas de relajación según los expertos es la respiración alterna. Sentado con la espalda recta coloca el pulgar de tu mano derecha (si eres diestro) al lado de la fosa nasal derecha y el dedo corazón en la izquierda. Inspira primero por un lado, después cierra esa fosa nasal con el dedo y repite por el otro lado y así sucesivamente durante unos minutos de forma lenta y profunda. Recuerda mantener relajado el abdomen. Después cambia de mano y hazlo otra vez. Por último cuando termines coloca las dos manos sobre tus rodillas durante un minuto.
Desde APPF nuestro consejo es que aproveches los momentos de tiempo libre. Tomate unos días, despéjate y vuelve con más fuerzas a preparar tu oposición. Notarás como tu cuerpo y mente te lo agradecen y tu rendimiento es mucho mayor. ¡Ánimo!