Recursos para docentes y catálogo de cursos homologados online APPF.es
La técnica del Rompecabezas o también conocida como técnica Jigsaw o del puzzle es un método educativo que forma parte del aprendizaje cooperativo. Fue creada por el psicólogo norteamericano, Elliot Aronson en el año 1971 con la intención de promover el aprendizaje y motivación de sus estudiantes a través de la acción de compartir entre ellos, una gran cantidad de información.
Una técnica que puede emplearse en diferentes niveles educativos, que funciona a la perfección en la educación primaria y secundaria y que, básicamente, entiende a cada alumno como una pieza independiente pero necesaria para componer el rompecabezas que forma junto con el resto de sus compañeros de clase.
Indice de contenidos
Pongamos el ejemplo de un temario completo, con sus ideas principales y secundarias, su estructura y partes en que está dividido. Cuando se presenta el temario al grupo de alumnos es posible que algunos de ellos no sean capaces de comprenderlo en palabras o explicaciones del docente, en cambio, si ponemos en práctica el método Jigsaw es posible que logremos el efecto deseado entre los alumnos de nuestra aula.
Esta técnica de aprendizaje colaborativo consiste en aportar autonomía e importancia a cada uno de los alumnos del aula en pro del beneficio común. Para ello se deberán formar grupos de alumnos de 5 o 6 miembros. Cada uno de ellos deberá trabajar y estudiar una parte concreta del temario (dividida en tantos bloques como miembros tenga el grupo) con el objetivo de ser capaz de explicarlo al resto de componentes de su grupo. Cuando cada uno de los miembros del grupo haya estudiado su parte o bloque se hará una puesta en común para conseguir el aprendizaje del temario global. Un método de resultados probados y gracias al cual los alumnos son capaces de aprender conceptos e ideas de una manera más efectiva.
Este método cuenta con la posibilidad de reunir a los miembros de distintos grupos a los que hayan sido asignados la misma parte del temario a estudiar, de modo que puedan compartir ideas y conocimientos previamente a la explicación que realizarán a su grupo particular. Una especie de grupo de expertos con la que se lograrán mejores resultados a la hora de poner en práctica esta técnica.
El método del rompecabezas es perfectamente válido para cualquier asignatura y para cualquier temario, tanto si es una unidad temática íntegra, como si es tan solo una parte.
Elliot Aronson es un destacado psicólogo social estadounidense, nacido el 9 de enero de 1932. Es ampliamente conocido por sus investigaciones sobre la teoría de la disonancia cognitiva y por crear la mencionada técnica del rompecabezas o Jigsaw classroom, como también era conocida esta importante estrategia de aprendizaje cooperativo. Aronson fue alumno de Leon Festinger, un renombrado psicólogo social creador de la teoría de la disonancia cognitiva, concepto que Aronson expandiría y aplicaría en sus propias investigaciones.
La técnica del rompecabezas surgió en respuesta a la tensión racial en las escuelas de EE. UU. durante los años 70, con el objetivo de fomentar la interacción positiva entre estudiantes de diferentes orígenes, promoviendo el respeto mutuo y la mejora del rendimiento académico. Esta técnica mejorar la cohesión del grupo y reducir el prejuicio y la discriminación.
Aronson es autor de varios libros influyentes, incluyendo «The Social Animal», una introducción muy respetada y ampliamente utilizada a la psicología social, y «Nobody Left to Hate», en el que ofrece estrategias para mejorar las relaciones en las escuelas secundarias. A lo largo de su carrera, Aronson ha recibido numerosos premios y reconocimientos, incluido el Premio por una Carrera Distinguida en la Enseñanza de la Psicología de la Asociación Americana de Psicología.
A la hora de poner en práctica la técnica del rompecabezas son indispensables varias fases:
La clase se divide en grupos pequeños, llamados «grupos originales». Cada grupo recibe un tema diferente o una parte distinta de un tema más amplio para estudiar y aprender.
Luego, cada miembro de estos grupos originales se une a otros de diferentes grupos que han recibido el mismo tema o subtema. Estos nuevos grupos son los «grupos de expertos». En estos grupos, los estudiantes trabajan juntos para aprender y entender en profundidad su tema asignado. Aquí, se investiga, se discute y se preparan formas de enseñar este conocimiento a los otros miembros de su grupo original.
Después de convertirse en «expertos» en sus respectivos temas, los estudiantes regresan a sus grupos originales.
Cada estudiante, a su vez, enseña a su grupo original lo que ha aprendido. De esta manera, todos los miembros del grupo original se benefician de la experiencia y el conocimiento de los «expertos» en los distintos subtemas.
Finalmente, los estudiantes son evaluados individualmente sobre todo el material, lo que asegura que cada uno se haga responsable de aprender todo el contenido, no solo la parte que estudiaron en detalle.
El considerar a cada alumno como una pieza única e indispensable en el rompecabezas que conforma su clase, es sinónimo de una mayor integración del alumno, una mayor motivación e implicación, así como, por supuesto, un medio de aprendizaje tremendamente efectivo.
Al aplicar la técnica cooperativa del rompecabezas se pretenden lograr los siguientes objetivos didácticos:
Entre las competencias clave que esta metodología desarrolla en el alumno podemos encontrar:
El papel del docente a la hora de aplicar esta metodología es la de ceder parte de tarea a los alumnos y, a la vez, ejercer de orientador, mediador y supervisor en su proceso de estudio y aprendizaje, así como buscar la perfecta sincronía entre los miembros de los diferentes grupos establecidos. El docente debe asegurar que el aula, durante la ejecución de esta técnica, sea un espacio seguro y respetuoso para todos los estudiantes.
Su figura es la del organizador y planificador, encargado de dividir el contenido de aprendizaje en partes manejables y asegurarse de que cada «pieza del rompecabezas» sea esencial para comprender el cuadro completo. Además, el docente debe formar los grupos originales y los grupos de expertos de manera equitativa, considerando la diversidad y las habilidades de los estudiantes, supervisando el trabajo de los grupos y ofreciendo asistencia cuando sea necesario. Esto implica ayudar a los grupos a mantenerse enfocados, resolver conflictos que puedan surgir y asegurarse de que todos los estudiantes participen activamente.
Será importante que ofrezca instrucciones claras y concisas sobre cómo se desarrollará la actividad, estando siempre disponible y dispuesto a solucionar posibles dudas y a proporcionar información adicional si fuese necesario.
Después de la actividad, el docente debe guiar a los estudiantes a través de un proceso de reflexión sobre lo que aprendieron y cómo lo aprendieron. Esto incluye discutir cómo funcionó la dinámica de grupo y qué se puede mejorar en futuras sesiones.
Por su parte, el alumno es la pieza esencial e imprescindible del rompecabezas. Objeto y sujeto en el propio proceso de aprendizaje. Cada alumno debe comprometerse activamente con el material y esforzarse por comprenderlo a fondo. Esta participación activa es fundamental para que luego puedan compartir de manera clara su conocimiento con sus compañeros. No solo deben ser capaces de comunicar sus ideas claramente, sino también estar abiertos a escuchar y comprender las perspectivas de los demás.
Es esencial que los alumnos muestren respeto y empatía hacia sus compañeros. Esto implica valorar las contribuciones de los demás, ser paciente y ofrecer ayuda cuando sea necesario. Después de la actividad, los estudiantes deben ser capaces de reflexionar sobre su aprendizaje y sobre cómo trabajaron en grupo. Deben ser capaces de autoevaluarse y considerar formas de mejorar en futuras actividades cooperativas.
La técnica del rompecabezas aporta un valor significativo tanto a nivel educativo como social, fomentando la responsabilidad individual y colectiva en el proceso de aprendizaje, promoviendo una comprensión más profunda y completa del material educativo. Cultiva habilidades esenciales como la comunicación, la colaboración, el respeto mutuo y la empatía. Al trabajar en grupos diversos y depender unos de otros para el aprendizaje, los estudiantes aprenden a valorar diferentes perspectivas y a desarrollar habilidades de trabajo en equipo. Esto es particularmente útil en entornos educativos cada vez más diversos y globalizados.
En resumen, la aplicación de la técnica del rompecabezas en entornos educativos ofrece una forma dinámica y participativa de aprendizaje que beneficia no solo la adquisición de conocimientos, sino también el desarrollo de habilidades interpersonales y de un clima escolar más integrador y cooperativo.
Bueno, has suspendido el examen, ¿y ahora qué? Has dedicado meses, quizás años, a prepararte…
La Inteligencia Artificial (IA) ofrece grandes oportunidades para mejorar la educación y adaptar el aprendizaje…
Cursos de educación APPF En una entrada anterior en nuestro blog, hablamos sobre los exámenes tipo…
Recursos para docentes y cursos homologados online en APPF.es Septiembre ha llegado y, con él,…
La tecnología ha cambiado totalmente la forma de enseñar y aprender en las aulas. A…
Prepararse para unas oposiciones es un desafío que requiere dedicación, motivación y una estrategia bien…