En la era de la información en que nos encontramos los contenidos en internet son infinitos y en constante actualización. Al tiempo, el ser humano está conectado (o hiperconectado) a esa abundante cantidad de información que se agolpa en las diferentes redes, medios, foros, diarios digitales, etc. De ahí que cada vez resulte más complicada la tarea de filtrar o procesar el gran volumen de noticias que aparecen diariamente.
Esa sobrecarga o exceso de información derivada del uso de internet tiene nombre; se denomina infoxicación, y puede provocar desorientación, confusión e incluso, ansiedad en la persona que lo sufre.
Un nuevo trastorno de la sociedad digital de este siglo que puede ser un verdadero enemigo para el opositor que busca recopilar las mejores fuentes de información para la preparación de su oposición o simplemente de no sucumbir a distracciones innecesarias durante sus jornadas de estudio.
Conozcamos un poco más sobre este nuevo concepto.
Indice de contenidos
¿Qué es la infoxicación?
1 de cada 3 personas mira el móvil más de 100 veces al día, y el 50% de las personas pasa una media de 2 horas al día conectado de alguna manera a internet, a redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, al correo electrónico o a la televisión y sus diferentes plataformas de contenidos repletas de películas, series y documentales…este fenómeno de sobrecarga de información a la que todos estamos expuestos se conoce como infoxicación (información + intoxicación) aunque también puede nombrarse como síndrome de fatiga informativa o síndrome de fatiga por exceso de información.
Un síndrome que puede influir negativamente en una persona generando pérdidas de atención, concentración y memoria, causando estados de ansiedad o de angustia, disminuyendo la capacidad de resolución de problemas o reduciendo la productividad. También puede ocasionar otros problemas como pérdida de visión o problemas digestivos.
Este neologismo derivado de la unión de los términos información e intoxicación fue citado por primera vez en 1996 por el psicólogo inglés David Lewis y desarrollado por el físico y especialista en Gestión de Recursos de la Información, Alfons Còrnella. Desde entonces ha sido aceptado como una enfermedad asociada a los hábitos del siglo XXI.
Según Cornellá los seres más propensos a la infoxicación son aquellos que entienden que a mayor cantidad de información consumida, mayor calidad de esta. Es decir, aquellos que sienten la necesidad de estar conectados a un mayor número de fuentes para sentirse informados. En realidad, no es tan importante la cantidad de información como la calidad de las fuentes que consultamos.
¿Pero somos nosotros los que generamos nuestra propia infoxicación o son agentes externos los que estimulan la atención a la sobrecarga de información? En ocasiones de manera indirecta recibimos constantes estímulos que solicitan nuestra capacidad de atención, muchas veces incluso cuando todavía no hemos acabado de procesar otra información previa.
En un mundo cada vez más hiperconectado, con innumerables fuentes de información existentes y distintos dispositivos a nuestro alcance con alertas, avisos y notificaciones activadas es difícil vivir ajeno a toda información. Y eso repercute negativamente en nuestra capacidad analítica, en nuestra ansiedad, dudas y manejo de la (cuantiosa) información disponible según dice el propio David Lewis en su informe para la agencia Reuters, «¿Muriendo por la información?. Este informe, que data de 1996, ya hablaba de la incapacidad del ser humano para desarrollar rutinas simples de gestión de la información y señalaba a la tecnología como parte del problema y no de la solución.
¿Qué efectos negativos puede producir la infoxicación o sobrecarga de información durante la preparación de una oposición?
Ya no se trata solo de que la infoxicación conlleve un gasto de tiempo que bien podríamos emplear a nuestra preparación de una oposición. Es que, además, afecta a nuestra capacidades mentales y óptimo rendimiento. Estar enganchados a las nuevas tecnologías puede provocar ansia, inmediatez, prisa, impulsividad, falta de autocontrol y de paciencia. Todas ellas, aptitudes contraproducentes para aquel que está inmerso en la preparación de una oposición, donde la constancia, la perseverancia, la calma y la fuerza de voluntad son innegociables.
Es un hecho probado que manejar excesiva información puede limitar nuestra capacidad de comprensión pues a mayor cantidad de datos hay una mayor necesidad de procesamiento. Cada vez leemos más pero entendemos menos de lo leído.
Está claro que durante la fase de preparación de una oposición es necesario llevar a cabo un proceso de desconexión digital con el fin de centrarse en un objetivo principal; aprobar la prueba de selección final y evitar así distracciones de ocio que nos separen de nuestra gran meta. Cuando el opositor es capaz de gestionar y planificar su tiempo al dominar y filtrar el acceso a las nuevas tecnologías u otros ladrones del tiempo del estudio, habrá logrado uno de los primeros grandes retos a superar cuando de lo que se trata es de estudiar una oposición. Además de garantizarse para sí, una mayor capacidad de atención y concentración.
¿Cuando sabe un opositor que está infoxicado?
Es posible identificar cuando una persona está infoxicada si ésta es consciente de estar superada por la cantidad de información externa. Una información que le es imposible abarcar. O bien cuando comience a resultarle complicado leer un texto de manera normal o lea saltando palabras u omitiendo información (lectura diagonal). En esos casos será necesario actuar de inmediato pues el opositor debe ser, ante todo, un buen lector. Alguien dotado de una capacidad de comprensión alta que le permita recibir y retener conceptos e ideas de manera sencilla.
Sin embargo, no siempre es posible renunciar a internet como valiosa fuente de aportes para el opositor.
Gran parte de la información que un aspirante pueda necesitar para tener todo a punto en la preparación de una oposición estará en internet; desde las bases de la convocatoria, a blogs y foros de opositores que aportan datos de interés en base a su experiencia propia, temarios, resúmenes o, sin ir más lejos, cursos homologados a distancia, como los que ofrece APPF imprescindibles para mejorar la baremación de cara a superar con éxito una oposición.
Rincones y sitios de enorme valor y ayuda para un opositor, que deberá saber de filtrar para no caer en la mencionada infoxicación y sus consecuencias colaterales.
De ahí que sea fundamental tener en cuenta cuatro principios básicos para combatir la infoxicación; definir la información que necesitamos, saber buscarla de manera óptima, tener control sobre las distracciones que inevitablemente surgirán en nuestras conexiones a las redes de información, y por último, saber procesar la información para determinar si es o no de verdadero interés.
6 consejos para que el opositor no caiga en la infoxicación
Crea un perfil social específico como opositor
Existen multitud de cuentas en redes sociales que pueden ser de gran utilidad para un opositor. Cuentas de academias, editoriales, preparadores, sindicatos o simplemente de otros aspirantes que están viviendo el mismo proceso que tú, y con los que puedes compartir evoluciones, motivaciones y experiencias.
Es interesante estar atentos a estas redes, pues informan sobre fechas, plazos, admisiones, lugares de celebración de pruebas y otras novedades relacionadas con oposiciones que pueden ser muy interesantes. El problema puede venir cuando entramos en nuestro perfil de una red social para consultar estas cuentas y, por el camino, distraemos nuestra atención hacía la última actualización de nuestros amigos, la última noticia de un diario digital o algún meme o chiste de internet que nos resulte gracioso.
Nuestro consejo es crear un nuevo perfil social en la red que vayamos a usar (ya sea Facebook, Instagram, Twitter, etc.) en el que solo sigamos a cuentas específicas de oposiciones; de esta manera, en nuestra esporádica visita a las redes sociales, solo encontremos información sobre nuestra oposición, evitando caer así en el entretenimiento fácil al que estamos continuamente expuestos en redes. Otro consejo puede ser que, si detectas que algunas de las cuentas opositoras comienza a compartir información que se desvía o no guarda relación con nuestros intereses, dejar de seguirla.
Marca un tiempo límite de consulta
Si has de acceder a internet a diario para conocer una determinada información de interés relativa a tu oposición es importante establecer unos límites de tiempo para la consulta. Define un margen de tiempo, pon el cronómetro y consulta solo lo imprescindible…y si detectas que te has distraído por el camino con los numerosos pasatiempos que ofrece internet…pon rápidamente freno a ello.
Clasifica tus fuentes favoritas en tu navegador
Evitar la infoxicación pasa por tener una buena organización en tu experiencia de navegación en busca de información. Por ello, otro de los consejos es crear una lista de favoritos en tu navegador habitual. Recopila aquellas páginas web con temarios, noticias u otros datos de interés que hayas detectado como útiles y de calidad para tu preparación y adminístralas en tus marcadores, creando carpetas por temáticas (temarios, noticias, academias, etc.). Lograrás no contaminarte por el exceso de información relacionada que pueda existir ni perder el foco sobre tu proceso de estudio.
También existen herramientas online de bookmarks o favoritos como Diigo, la cual te permite clasificar y guardar contenidos, etiquetándolos y permitiendo compartir enlaces con otros usuarios o Pocket, una aplicación que permite guardar la información de interés que encontramos en la red para poder acceder a ella más tarde.
Utiliza la nube o guarda a modo local tus temarios
Otra buena técnica para no exponerse a las muchas distracciones o entretenimientos que ineludiblemente encontraremos al navegar en busca de la información, es hacer uso de la nube o bien guardar a modo local en tu equipo todos esos temarios o información de calidad que encontramos en internet, para así poder consultarla en cualquier otro momento. Minimizar el número de conexiones mejorará tu concentración y te ayudará a no desviar la atención sobre tu objetivo de estudio.
Utiliza aplicaciones para una mejor organización de tus fuentes
Ya hemos hablado de ellas en alguna ocasión en nuestro blog; las apps pueden ser unas grandes aliadas del opositor. Actualmente existen herramientas de creación de contenidos que se encargan de seleccionar la información relevante existente en internet respecto a un tema concreto, filtrándola y organizándola y adaptando el contenido a la comunidad o persona interesada.
Herramientas como Evernote nos permiten tener seleccionada y organizada la información que deseamos, o un lector de feeds como Feedly resulta muy bastante eficaz para filtrar por temas de interés el abundante contenido en forma de artículos o noticias que aparece diariamente en redes. Otras herramientas de curación de contenidos como ContenGems, Crowdynews o Huzzaz para vídeos pueden sernos de gran ayuda.
Si lo que deseamos es estar al día de las novedades que aparecen alrededor de nuestra oposición ayúdate con alguna de estas herramientas. Dedicar un tiempo a configurarlas adecuadamente te ahorra un tiempo precioso cada día de búsqueda de noticias relacionadas con tu oposición, y no infoxicarte con otros contenidos de menor relevancia.
Imprime las bases de la convocatoria de tu oposición
Las bases de tu convocatoria estarán digitalmente disponibles en el Diario Oficial de tu Comunidad Autónoma, o Boletín de tu Región correspondiente. Hay que estudiarlas en profundidad, pues en ellas están todas las reglas a tener en cuenta en una oposición, entre otras los puntos del baremo de Otros Méritos que podrás sumar realizando cursos homologados como los que ofrece APPF para así multiplicar las probabilidades de éxito en tu oposición. Podrás acceder a ellas en cualquier momento en internet…pero nuestra recomendación es que las imprimas, las conozcas al detalle hasta interiorizarlas, las subrayes y las tengas siempre a mano.
Huye de la infoxicación y ¡triunfarás!
Ser selectivo con los medios que consultamos, dedicar un tiempo a estudiar su fiabilidad, curar los contenidos de manera eficaz, tratar de gestionar el tiempo que dedicamos diariamente a nuestra conexión y desconexión con el mundo digital, y saber distinguir la información que merece la pena, de la que no; serán acciones esenciales para no caer en la infoxicación que nos convierta en peores estudiantes, menos productivos y despiertos, y por tanto, en candidatos menos preparados para aprobar una oposición.
Ahora que ya conoces lo que es la infoxicación es un buen momento para empezar a evitarla.
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