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Es y siempre será el eterno debate entre los estudiantes. ¿Madrugar y sentarse a estudiar desde bien temprano o invertir el ritmo de vida normal y pasarse la noche entre libros y apuntes? Los expertos tampoco se ponen de acuerdo a la hora de elegir. Si bien es cierto que la mayoría de estudios afirman que lo mejor a la hora de estudiar es madrugar ya que cuerpo y mente están más descansados, hay quienes aseguran que la creatividad y la tranquilidad aumentan en horario nocturno.
Son conocidos como estudiantes «búhos». Mientras el mundo duerme plácidamente, ellos están concentrados delante de sus libros y apuntes. Como grandes ventajas destacan:
No obstante, aguantar toda la noche estudiando también implica una serie de desventajas. Obviamente tras una larga jornada el cerebro está más cansado y puede que le cueste rendir al 100%. ¡No por ello debes consumir gran cantidad de bebidas estimulantes! Estas te perjudicarán más que beneficiarte ya que pueden causar adicciones y problemas con el sueño. Además, tus ojos también se verán perjudicados al estudiar en este horario y acabarán por echar de menos la luz natural.
Por otra parte, están aquellos que se despiertan los primeros y se ponen desde primera hora de la mañana a estudiar. Son los conocidos como estudiantes «alondras». Las ventajas de este horario son las siguientes:
Al igual que la otra opción, esta también cuenta con una serie de desventajas. La que destaca sobre el resto sin duda es la desconcentración a causa del ruido. Debes tener en cuenta que el mundo se está desarrollado con normalidad a tu alrededor con todo lo que ello implica: coches, ambulancias, pájaros, música de los vecinos… Además, el sol se puede convertir en tu peor enemigo si hace buen tiempo y te acaba animando para salir a la calle.
Nosotros te presentamos aquí las ventajas y las desventajas de los dos horarios de estudio pero serás tú quien, finalmente, decida cuándo es mejor para ti. Ningún experto ni estudio científico podrá decidirlo ya que cada estudiante es único y la concentración nos puede llegar a horas muy diferentes a cada persona.
Recuerda que lo único importante es que sigas un horario y estés cómodo estudiando. Si decides estudiar de noche, hazlo así siempre, y viceversa. Establecerte un horario fijo, como si de un trabajo se tratase, te ayudará a vencer a la pereza y buscar la concentración.
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