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¿Has oído hablar en alguna ocasión del Principio de Pareto?. ¿O de la Regla del 80-20?. Puede que jamás hayas escuchado estos términos. O quizás los conoces pero no sabes cuál es su verdadero significado. Si estás estudiando o preparando una oposición, debes saber que este principio puede ayudarte a lograr mejores resultados. En APPF te contamos qué es y cual es su objetivo principal.
Indice de contenidos
¿Qué es el Principio de Pareto?
El Principio de Pareto fue ideado por el economista y sociólogo italiano Vilfredo Pareto en el año 1895. Su aplicación desde entonces ha sido universal y ha ayudado a mejorar la eficacia de las personas que lo han puesto en práctica. No solo como técnica a aplicar al estudio sino también en las labores cotidianas del día a día.
¿Quién fue Vilfredo Pareto?
Vilfredo Pareto, nació en París en 1848 aunque de ascendencia italiana y pertenencia a la alta sociedad de Florencia. Estudió en Italia obteniendo el doctorado en Ingeniería en el Instituto Politécnico de Turín pasando a ejercer de administrador de una compañía ferroviaria y de superintendente de minas de hierro en la región de la Toscana. Posteriormente ejerció la docencia, especialmente en el plano económico y matemático, áreas donde escribió obras y panfletos antigubernamentales sobre el intervencionismo y la democracia. En 1893 fue nombrado profesor de Economía en la Universidad de Lausana. Fue en aquel periodo en el que formuló el principio de Pareto, basado en el conocimiento empírico, principalmente para incidir en la desigualdad existente en Italia, según el cual un 20% de la población era dueña del 80%.
La teoría de Joseph Juran
En la década de los 40, el ingeniero estadounidense de origen rumano, Joseph M. Juran, desarrollo el principio enunciado por Pareto y fue quien introdujo el concepto de la «regla 80-20» dentro del área de la gestión del control de calidad, afirmando que un pequeño porcentaje de factores en cualquier situación dará lugar a un gran porcentaje de los efectos.
Resumiendo, este principio de Pareto, también denominado «regla 80-20» o «distribución A-B-C», «ley de los pocos vitales» o «principio de escasez del factor», quiere decir que un 20% de lo que hacemos produce un 80% de resultados. Y a la vez, un 80% de lo que hacemos produce un 20% de resultados. Con lo cual debemos trabajar sobre ese 20% de tareas que ofrecen mejores beneficios finales.
La importancia del 20% de las tareas
Para comprenderlo mejor pongamos un par de ejemplos. De toda la ropa que tienes en un armario, solo un 20% de ella es la que usas y vistes con frecuencia. El 80% restantes de las prendas permanecen ordenadas en el armario. O si nos fijamos en una cartera o monedero, de entre todas las tarjetas que hay en él, solo un 20% de ellas son las que utilizas con frecuencia. El 80% restante están instaladas en tu bolsillo esperando a ser usadas.
Lo que Pareto, y posteriormente Juran, pretendían decir es que la productividad o eficacia de las cosas y del ser humano puede mejorarse a través del esfuerzo sobre ese 20% de tareas o funciones que generan el mejor de los resultados. Sin embargo, el ser humano tiende a no aplicar su esfuerzo sobre ese porcentaje y a moverse en la franja del 80% de acciones que no son tan provechosas.
Un principio que desde su aparición ha sido probado en multitud de facetas y ámbitos de la sociedad, como la política y la economía. Sin ir más lejos, en el reparto de los bienes naturales y la riqueza mundial, el 20% de la población es quien ostenta la riqueza y poder político.
El principio de Pareto también ofrece herramientas de gestión como pudiera ser el diagrama de Pareto (también conocido como curva cerrada o distribución A-B-C) utilizada en los controles de calidad según la base de que el 20% de los defectos afectan al 80% de los procesos. Con el podemos marcar un orden de prioridades en la toma de decisiones dentro de una organización.
¿Cómo aplicar la teoría de Pareto en la preparación de oposiciones?
Si trabajamos sobre el 80% de acciones poco provechosas estaremos siendo poco productivos y obteniendo bajos rendimientos. Y cuando hablamos de preparación de oposiciones esto puede ser un gran problema. Como regla encaminada a la mejora de tu productividad, el Principio de Pareto puede ser un excelente aliado de cara a aprovechar el máximo el tiempo de estudio de oposiciones.
Está claro que durante la preparación de una oposición no hay tiempo material para estudiarlo todo pero sí para estudiar mejor los temas seleccionados. Esa debería ser la premisa principal para empezar a poner en práctica esta regla.
Antes de iniciar tu esfuerzo de aquello que produce un 80% de los beneficios deberás realizar una labor de análisis. ¿Qué 20% de tus hábitos de estudio te resultan más prácticos? ¿Resumes, subrayas y también realizas un esquema de un mismo tema? ¿Que 20% de los ladrones del tiempo te roban tu tiempo de estudio?. ¿Que 20% de temas suelen ser frecuentes o más importantes en el examen final?.
Puede que haciendo hincapié en aquellas técnicas o rutinas de estudio que te ayudan a memorizar mejor, a reducir un subrayado de temario que solo te lleva a gastar tiempo pero no a mejorar la memorización, o a alejar o eliminar la presencia del móvil u otras distracciones varias, estés logrando incrementar tu rendimiento.
Mejora ya tu productividad en el estudio
Preguntas como las citadas anteriormente permitirán conocer mejor tu productividad en el estudio; también poder aplicar convenientemente el Principio de Pareto. Pero no solo observar tus comportamientos de estudio, sino también los ajenos puede ayudarte a mejorar tu eficacia en la preparación de las oposiciones. ¿Que hacen otros para conseguir grandes resultados?.
Establece metas diarias
A grandes objetivos, pequeñas metas. Es recomendable establecer metas a diario que permitan acercarse al gran objetivo. Las metas deben ser claras, reales y asumibles. Al conseguir esas pequeñas metas lograremos una mayor motivación, mejor implicación y evitamos la procrastinación, y por tanto, una mayor productividad.
Planifica los descansos
Lo hemos dicho en más de una ocasión en este blog, los descansos durante una preparación de oposiciones son innegociables. Descansar cuerpo y mente será beneficioso a la hora de aumentar la posterior concentración, mejorar la productividad y obtener una buena eficacia en el estudio. Cuando elabores tu planning de estudio ten muy en cuenta estos descansos, tantos los que sean a corto como a medio o largo plazo y añádelos en tus horarios y planificación.
Empieza por lo más difícil
Una buena manera de evitar la procrastinación y motivarnos, es realizar en primer lugar aquellas tareas que nos resulten más arduas o complicadas. Al principio de la semana o del día tenemos más energía, estamos más frescos y descansados y podemos encarar con mayor ánimo el estudio. Es por eso que para beneficiar a nuestra productividad y actuar sobre ese 20% de rendimiento debemos estudiar lo más complejo antes que lo más sencillo. Enfoca tus prioridades y trabaja sobre ellas.
Se constante
La constancia es un aspecto fundamental para el éxito en tu oposición. De poco sirve estudiar durante unos días, abandonar el estudio durante otros, pegarse maratones de estudio. La descompensación en la planificación es tu enemiga. Trata de cumplir unos horarios, tanto para el estudio como para el descanso, de generar hábitos positivos y no distraerte y trabajar y esforzarte durante el tiempo que dedicas a una oposición.
Evita distracciones
No podrás trabajar en tu productividad si tiendes a distraerte fácilmente. Para rendir tienes que ser perseverante y estar centrado en tu tarea. Aleja de ti a móviles, redes sociales, plataformas de contenidos u otros posibles ladrones del tiempo que hagan que te desvíes de tu tarea.
Organiza tu espacio de trabajo
Tenlo todo ordenado y limpio. Tanto tu espacio físico como los elementos que necesites para desarrollar tu estudio; de esta manera podrás mantener la concentración, aliviar estrés, favorecer un buen ritmo de estudio y, por tanto, ser productivo. Libera de tu escritorio de aquello que no necesites o pueda distraerte, busca un espacio confortable y práctico.
¿Verdad que siguiendo todos estos consejos estás más cerca de aprobar tu oposición? Pon en práctica el principio de Pareto no solo en tus estudios, sino también en tu vida diaria para mejorar aspectos como la alimentación, el estrés, el sueño, estados de ánimo o tu autoestima. La mayoría de ellos están relacionados en el estudio, así que ¿por qué no beneficiarte de la regla 80-20 para mejorar en todos los ámbitos?
Aplica el principio de Pareto a tu oposición y logra el éxito
Presta atención, haz un ejercicio de autonocimiento y aplica el principio de Pareto dirigido hacía la productividad. Podrás mejorar los resultados de tus esfuerzos. Podrás tener éxito en tus oposiciones de Educación o Sanidad, y también poder aplicarlo posteriormente en tu vida diaria para mejorar tu bienestar y felicidad personal.
Recuerda que para garantizar el éxito en tu oposición también debes tener en cuenta el baremo de méritos que podrás ampliar realizando cursos homologados y acreditados para oposiciones como los que ofrece APPF en su catálogo. Elige tu curso favorito y emprende el camino al éxito en tu oposición.