Educar en la igualdad de género: Eliminar los estereotipos de género es uno de los compromisos que toda sociedad moderna debe procurar. La ausencia de igualdad entre hombres y mujeres está presente, en gran parte, en la percepción simplista sobre las personas de diferente sexo arraigada a las creencias, normas, actitudes y prácticas de una cultura y/o sociedad. Estos estereotipos son negativos, limitan las oportunidades y potenciales de las personas, generando discriminación y fricciones. En definitiva, afectan al buen desarrollo de la sociedad originando consecuencias negativas de distinta índole en ámbitos personales, familiares, sociales, laborales, etc.
Para educar en la igualdad de género será necesario actuar sobre la sensibilización y la prevención. Un esfuerzo que deberá ser colectivo y a ser posible, temprano. Es por eso que incorporar el trabajo en igualdad de género en la escuela desde la etapa infantil y primaria (aunque no solo en ella) será de gran valía a la hora de erradicar situaciones de discriminación por cuestiones de sexo en el futuro gracias a que en estas edades, existe una mayor libertad de prejuicios en la persona.
Para ello existen numerosas estrategias y metodologías educativas, así como un plan de revisión y remodelación de contenidos docentes, formación, conductas y ambientes que permita a niños y niñas entenderse como iguales, sin establecer diferenciación alguna y garantizando una enseñanza igualitaria.
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Precisamente aquella educación basada en los principios de igualdad entre sexos y de no discriminación se le conoce como coeducación. Según la definición de la RAE, coeducar es;
Enseñar en una misma aula y con un mismo sistema educativo a alumnos de uno y otro sexo.
Este modelo educativo ha ido creciendo en los últimos tiempos, poniendo en cuestión muchos de los planteamientos tradicionales del sistema educativo. La coeducación es, junto a la interculturalidad, el respeto al medio ambiente o la normalización del idioma extranjero algunos de los aspectos que han llegado para cambiar la política y estrategias educativas para adaptarse a los cambios del nuevo siglo.
La escuela, y más en concreto, la escuela infantil, es el primer espacio en el que un niño o niña socializará más allá de su núcleo familiar. En este nuevo ámbito conocerá diferentes personas y comportamientos y aprenderá a desempeñar nuevos roles, así como experimentará su primer contacto con el modelo social masculino y femenino.
Gracias a la escuela, el individuo biológico dará un nuevo paso como individuo social tomando parte de un grupo y aprendiendo sus reglas, lenguaje y cultura, marcando y definiendo una base de gran trascendencia en su personalidad y crecimiento. En ese sentido, el primer ámbito de adecuación social del individuo debe transmitir los valores oportunos de igualdad de género, normalizando hábitos y comportamientos sociales de no discriminación.
La Ley Orgánica 8/2013 para la mejora de la calidad educativa, LOMCE, en su texto consolidado LOE-LOMCE, establece:
«El desarrollo, en la escuela, de los valores que fomenten la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como la prevención de la violencia de género».
Así como en su artículo 127 atribuye a los consejos escolares la competencia de
«Proponer medidas e iniciativas que favorezcan la convivencia en el centro, la igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad de trato y la no discriminación por las causas a que se refiere el artículo 84.3 de la Ley Orgánica, la resolución pacífica de conflictos, y la prevención de la violencia de género».
Trabajar en el objetivo de la igualdad de género en la escuela supone, en primer lugar, un fuerte compromiso por parte de los gobiernos. Desde la creación de reglamentos y políticas específicas que tengan en cuenta este aspecto hasta la elaboración de planes de estudio, programas, materiales y libros de texto no discriminatorios, pasando por acercar la formación del profesorado a la perspectiva de género. También, estableciendo protocolos para los centros educativos para permitir detectar, actuar e intervenir sobre la violencia de género en diversos contextos; ya sea dentro de la propia escuela, como fuera de ella en el entorno familiar o en sus relaciones de amistad con compañero/as.
Los docentes son figuras clave a la hora de ejecutar la prevención y sensibilización de la igualdad de género entre el alumnado. No solo por ser los transmisores de valores como el respeto, la tolerancia o la igualdad dentro del aula, sino también por su capacidad para estimular la reflexión y la crítica sobre la discriminación de género entre el alumnado. También será fundamental la propia conducta ejemplar y no excluyente del docente dentro del aula.
La no discriminación entre juegos de niños y niñas, no imponer diferenciación entre colores (azul=masculino, rosa=femenino) ni agrupar por género, conseguir que en la práctica del role-playing o el trabajo en equipo no se produzcan distinciones de roles por género, el uso de un lenguaje basado en la tolerancia o el empleo de recursos (canciones, juegos, libros…) que sean inclusivos son algunas acciones o estrategias docentes que beneficiarán al crecimiento libre de prejuicios y estereotipos entre los alumnos y alumnas de un aula.
Por otro lado, la familia es otro eje fundamental en este sentido. Los padres y madres podrán fomentar los valores de igualdad y respeto en casa, apoyándose mutuamente en las recomendaciones que se aconsejen en los centros educativos en materia de igualdad. Recordemos que la educación debe funcionar como un plan integral donde la familia también sea partícipe activo del proceso educativo del alumno, manteniendo una comunicación fluida con el profesorado y los equipos directivos del centro. En casa, los padres o tutores deberán prestar atención a gestos, formas de expresión y actitudes de sus hijos a fin de detectar posibles conductas sexistas a corregir y compensar en colaboración con el centro escolar. Deberán fomentar valores positivos basados en la no discriminación, ser equitativos en el reparto de tareas domésticas, ofrecer actividades de ocio que sean inclusivas, vigilar el uso de internet y redes sociales y educar en la sexualidad y en relaciones sociales responsables.
Actualmente existen numerosos recursos y herramientas dirigidas a educar en igualdad de género en las que los docentes podrán apoyarse para aplicar la coeducación en el aula.
Por ejemplo, el uso de libros o literatura infantil basados en la igualdad que rompen con los esquemas clásicos de princesas y príncipes azules pueden ser de gran valor. Internet es otra fuente inagotable de recursos por la igualdad. En la red el docente podrá encontrar diccionarios online coeducativos, multitud de guías sobre el uso no sexista del vocabulario español, propuestas metodológicas sobre coeducación como la ofrecida por el Instituto de la Mujer, planes de Igualdad o simplemente, canales de youtube con contenidos para entender la igualdad y no discriminación. También formación sobre Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres como la que ofrece la Escuela virtual de Igualdad del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Un buen sitio para encontrar recursos es la web de Educar en Igualdad, la cual ofrece una serie de interesantes herramientas y materiales de apoyo.
Además del uso de herramientas de ayuda, la igualdad en el aula pasa por la aplicación de estrategias de participación igualitaria entre mujeres y hombres en el proyecto educativo del centro, la asignación de responsabilidades, la elección de contenidos que no contengan material sexista, evitar que se clasifique o reparta al alumnado por su género, fomentar juegos y/o juguetes neutros que promuevan la cooperación así como la colaboración con padres y madres o tutores.
Educar en la igualdad de género: La conjunción de docentes bien formados en materia de género, la incorporación de perspectivas de género en los programas y contenidos educativos y la facilidad para disponer de herramientas, estructuras, materiales y guías sobre igualdad; permitirá dar grandes pasos en la consecución de objetivos de la escuela coeducativa así como en la evolución del sistema de educación y del futuro de la sociedad.
Recuerda que en APPF disponemos del curso homologado sobre Igualdad de género en el entorno sociosanitario para personal no sanitario y también para personal sanitario.
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