Curso Universitario de Especialización en Salud mental: Modelos de intervención
El precio original era: 110,00€.43,00€El precio actual es: 43,00€.200h
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Existe una amplia variedad de opciones de formación online en el mercado para los cursos de celador. No obstante, es crucial asegurarse de seleccionar aquellos cursos que cuenten con la acreditación necesaria y se imparten en plataformas con todas las garantías. Esto garantizará una formación de calidad y reconocida en el campo de la asistencia sanitaria.
Cursos de celador acreditados de APPF.es
Cursos acreditados de sanidad para personal no sanitario. Cursos de celador y celadores conductores a distancia on line, acreditados por Universidad. Estos cursos de celador te permitirán mejorar el baremo de méritos en tus oposiciones de sanidad. Son cursos homologados online y bolsas de trabajo de sanidad recomendados para celadores y celadores conductores.
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Si estás pensando en realizar oposiciones para trabajar como celador sanitario debes, en primer lugar, conocer al detalle cual es el cometido principal y las funciones secundarias de esta figura.
Un celador es una figura auxiliar del personal sanitario cuya función principal es trabajar de manera coordinada con médicos, enfermeros y auxiliares de enfermería para asistirlos en todo aquello que necesiten con el objetivo de que los pacientes puedan recibir la mejor atención posible.
Así como también vigilar y procurar el correcto funcionamiento y cumplimiento de los elementos y normas que conforman el centro hospitalario.
Un profesional multidisciplinar que puede realizar diferentes tareas y trabajos dentro el entorno sanitario.
No todos los celadores realizan las mismas funciones, puesto que se trata de un grupo muy heterogéneo de trabajo. Sin embargo, sí que existen una serie de tareas comunes a todos ellos, las cuales vienen recogidas en el Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social y la Ley 55/2003, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud.
Entre ellas podemos encontrar, por ejemplo: el traslado y/o movilización de enfermos, el movimiento de aparatos o mobiliarios médicos, realización de guardias dentro de los turnos establecidos, control de entrada y salida de personas, velar por el orden y el silencio dentro de las instalaciones, y en general, ofrecer la asistencia que los profesionales médicos y de enfermería puedan requerir, manteniéndoles debidamente informados de aquellas anomalía que detecten dentro de su entorno de trabajo.
Es importantísimo que el paciente recién llegado a un centro hospitalario conozca el entorno y alguién le explique por ejemplo cómo manejar distintos elementos de su habitación.
Algo tan básico como el funcionamiento de las persianas, accesos, las camas eléctricas y las instalaciones en general.
También en este puesto de trabajo se suele realizar una importante misión de supervisión del estado de todos los elementos del hospital o centro médico. Son los primeros en notificar los desperfectos sobre el material o instalaciones a tener en cuenta.
Pueden existir diferentes tipos de celadores, generalmente según su ubicación dentro del entorno sanitario; celador de urgencias que asistirá en tareas de emergencia, celador de hospital, el cual encontraremos a la entrada del mismo informando y supervisando las entradas y salidas de personal y enfermos.
De ambulancia, ayudando a los técnicos de traslado de pacientes. De planta, realizando tareas de asistencia a profesionales respecto de aquellos enfermos que pasan a habitaciones de planta. O de quirófano, ayudando a cirujanos y personal auxiliar durante la preparación de sus operaciones.
En la actualidad son convocadas miles de plazas de celador por los distintos servicios de salud de las diferentes Comunidades Autónomas.
Si tu vocación es la de formar parte del personal del ámbito sanitario y deseas desempeñar tu carrera laboral como celador, es importante cumplir una serie de requisitos mínimos para poder optar a una plaza, así como preparar en consecuencia las oposiciones realizando algunos de los cursos de celador que ofrecemos en APPF que te ayudarán a sumar méritos y ampliar tus probabilidades de éxito.
En general, se suele considerar que esta profesión requiere de una parte de vocación. Debes ser una persona con don de gentes. Dispuesta a tratar con muchas personas distintas, de buen y de mal humor.
También comprender la situación por la que cada una de ellas está pasando, empatizar con ellas. Es un trabajo muy dinámico, muy activo, y que necesita de una buena dosis de paciencia.
Es cierto también que en la mayoría de los casos en este puesto se reciben muchas respuestas positivas. Siempre se tiene la sensación de ayudar a los demás, de resultar útil, y de hacer que cualquier paciente pase por los centros médicos en las mejores condiciones. Normalmente también las personas saben ver esa labor del celador y saben agradecerla.
Convertirse en celador sanitario a través de unas oposiciones en España, como en muchos otros trabajos públicos, requiere preparación y dedicación.
Por lo tanto, aunque no se puede decir que es «fácil», tampoco es imposible. Con una buena preparación, dedicación y constancia, las posibilidades de conseguir una plaza como celador sanitario a través de oposiciones aumentan considerablemente. Es esencial mantener una actitud positiva y perseverante a lo largo del proceso.
Es importante organizarse. Nuestro tiempo es limitado. La vida tiene cosas maravillosas que ver y hacer.
Si conseguimos aprender a verlas.
Llega un momento en el que hay que detenerse a pensar lo qué es realmente importante y decir «hay que parar esta locura».
Algunos tenemos suerte y somos muy felices en nuestro trabajo.
Otros no tienen tanta suerte, tienen facturas que pagar y hacen lo que pueden.
Pero tanto unos como otros se beneficiarían de una productividad bien entendida.
Estudiar o trabajar sin agobios, sin dedicarle un minuto más de lo necesario.
Optimizando tu tiempo para disfrutar de tu trabajo y disfrutar de lo que más quieres.
Organiza tu preparación de oposiciones o estudios a la larga pero también día a día.
Apunta tus objetivos para el curso. Que las fechas límite no te pillen por sorpresa.
Apunta tus objetivos para el mes. Revisa si has llegado a estudiar los temas que querías.
Apunta tus objetivos para la semana y aprende a mejorar para la siguiente.
Apunta tus objetivos para el día y consigue un día superproductivo en tu trabajo pero también en tu vida personal.
Dormirás muy bien por la noche.
En definitiva, un trabajo garantizado para toda la vida en la administración pública. Sin embargo, aprobarlas es un gran reto que exige mucha preparación y compromiso. Esto último es lo que, precisamente, preocupa a muchas personas y hace que se replanteen si el esfuerzo merece la pena. La respuesta es sí, obtener un puesto de funcionario público aporta un nivel de estabilidad y seguridad que no es comparable con ningún otro empleo.
Opositar es, para aquellos que buscan un empleo de calidad, fijo y bien pagado. Siendo funcionario público nunca tendrás que preocuparte de que tu empresa quiebre o haya un recorte de plantilla, tu puesto estará garantizado de por vida. Sin embargo, el camino no es fácil: muchas horas de estudio, preparación, nervios… pero la recompensa merece la pena.
Por esto mismo, en una época en la que la tasa de desempleo es elevada, más del 40% de los desempleados barajan la posibilidad de preparar unas oposiciones. De este modo, encuentran una salida a su situación que, además, les asegura no volver a pisar la cola del paro. La estabilidad, obviamente, es la principal motivación para presentarse unas oposiciones. Sin embargo, esta no es la única ventaja de ocupar un puesto de empleado público.
Se tiene en cuenta:
En las oposiciones de sanidad a través de la formación. Hay dos tipos de cursos que pueden ayudarte a “rascar” algunos puntos:
Tal y como nos sugiere uno de los cursos del sistema de enseñanza Appf, una de las normas básicas para atender las necesidades de una persona con discapacidad es ponernos a su disposición, si ese fuera el caso, con una actitud natural. Es frecuente que en nuestro deseo de ayudar, acabemos por entrar en el espacio más íntimo de la persona o interferiendo en sus movimientos que se desenvuelven por su propia condición de una manera diferente.
Más lentos, más pausados o incluso con una reflexión previa que hay que comprender también y que tiene que ver con una necesidad de mejorar el control de la acción. No todas las personas aceptan la cercanía estrecha de extraños y el contacto físico, tengan o no discapacidad física.
Ser naturales significa modular la voz, llevar nuestra colaboración con las palabras justas y adecuadas, sugiriendo no imponiendo, motivando no aumentando la dependencia, orientando no dirigiendo. Con el apoyo de una buena comunicación que significa también comunicación no verbal. Se trata de que nuestro cuerpo haga y diga lo que queremos hacer, que no haya contradicciones entre la oferta de ayuda y lo que decimos que queremos hacer.
Uno de los grandes errores de quienes con poca experiencia o resultan impulsivos en el manejo de situaciones con personas con discapacidades físicas es adelantarse a las incompatibilidades físicas de la persona. En muchas ocasiones no es posible saber con una simple primera observación cuales son sus limitaciones.
Es dar libertad personal para moverse y ofrecer asistencia siempre sobre la base de las sugerencias de las personas con discapacidad física. Aún más, podemos tomar un miembro frágil y ejercer presión o llevarlo guiarlo con un movimiento que forma parte de las limitaciones físicas de la persona con discapacidad.
Evitar empujones es elemental, caminar a su lado a su paso, es básico, ofrecerles sus propios medios para la discapacidad, es una prioridad.
Ayudarles a llevar objetos que no pueden transportar ellos mismos o que lo hacen con dificultad es una buena forma de entrar en sintonía. Para una persona con discapacidad física, le será más fácil admitir ese tipo de colaboración que tal vez una ayuda física que, como decíamos, entra dentro del terreno de la intimidad.
Para hablar con ellas, hay que situarse a su altura, nunca por encima, ni forzando físicamente la situación.
Debemos estar atentos a sus propias tensiones físicas en el momento en el que interactuamos con ellas. Hay que evitar que nos sigan con la mirada, que tengan que mover la cabeza para seguir una conversación o que se vean obligados a desplazar su cuerpo.
Si van en sillas de ruedas, sugirámoles llevarlos. Un buen argumento para mejorar la relación es pedirle cómo hacerlo.
Nadie mejor que ellos saben su funcionamiento, las características del modelo o sus ocasionales deficiencias. Tanto si va a abandonar la silla, como si va a desprenderse de sus muletas, no olvidemos dejarlas cerca, o, al menos, a la vista.
En Appf tenemos como hemos comentado cursos para personal no sanitario, para celadores, en los que tratamos estos temas, para gestionar la asistencia a personas con discapacidad física
Si merece la pena. Está claro que esta es una de las profesiones con ofertas de empleo público contínuas y que tiene mucha demanda. Los números de opositores que se presentan a las pruebas en las distintas comunidades autónomas son muchos. Por ello, es importante contar con el máximo de posibilidades a la hora de conseguir tu plaza. Los cursos de celador y celadores conductores de APPF pueden ayudarte en este aspecto.
Nosotros también te animamos porque como sabes, las convocatorias no tienen un temario «demasiado grande». Lo ponemos entre comillas porque cada uno lo podrá ver en la medida de sus posibilidades. Sin embargo, si comparamos los contenidos de las oposiciones para celador o celadores conductores con otras oposiciones, el número de temas y el temario en general es mucho más asumible. También las pruebas habituales no suelen salirse de un margen razonable de dificultad.
Indudablemente conseguir un empleo estable y con un salario digno es una de las grandes motivaciones a la hora de hacer cursos de celador y presentarse a unas oposiciones. Hay que tener en cuenta que como en cualquier otro empleo público son muchos los factores que cuentan para determinar un salario concreto. Como cifra orientativa podríamos hablar de unos 1.200 € mensuales, subiendo los celadores que empiezan a contar con trienios, los que realizan algunas tareas más específicas, años de antigüedad, etc.
No lo dudes, ponte manos a la obra, prepara tu oposición con ánimo y esfuerzo. Cuenta con los cursos para celador y celadores conductores de APPF y a por ello!