La rutina en la preparación de oposiciones y cursos de Auxiliar Administrativo para Sanidad
Qué mal suena esto de la rutina…
Algo repetitivo, aburrido, de personas mayores acabadas que ya ni se molestan en pensar.
Si buscas en google la palabra rutina verás que siempre se utiliza en negativo, y sin embargo los deportistas de élite que llegan lejos lo consiguen gracias a rutinas de entrenamiento férreas arraigadas durante años.
Prepararse para unas oposiciones es prepararse para correr un marathon. No va a ganar el que salga más fuerte el primer kilómetro sino el que consiga aguantar con mejor ritmo hasta el kilómetro 42.
Todos hemos oído que la fuerza de voluntad es como un músculo y que como todos los músculos se puede entrenar y fortalecer.
Sin embargo… somos seres humanos y cuando mi voluntad flaquea me siento muy abatido, lo cual es absurdo ya que con el tiempo he comprendido que la fuerza de voluntad es una fuente de energía no renovable. La fuerza de voluntad se agota y se agota fácil y rápido 😉
La fuerza de voluntad para ser Auxiliar Administrativo Sanitario
La fuerza de voluntad es un músculo, pero tanto para lo bueno como para lo malo.
Los músculos efectivamente se fortalecen al entrenarlos pero también llega un momento en el que se acaban agotando.
Estudios científicos han llegado a esta misma conclusión por otros caminos. La voluntad es un recurso finito que se acaba por fatigar.
Tu fuerza de voluntad es más fuerte por la mañana, sobre todo a primera hora de la mañana después de una buena noche de sueño pero a partir de aquí empieza un declive progresivo e inexorable.
Tres maneras básicas de aumentar tu energía:
- Un buen sueño reparador (invierte más dinero en tu cama que en tu coche!)
- Una alimentación equilibrada (huye de las comilonas)
- Una sesión diaria de ejercicio (sin pasarse pero haciendo algo todos los días)
Pero hay una cuarta vía y es sustituir tu fuerza de voluntad por hábitos y rutinas que te hagan entrar en modo “piloto automático” y no tengas ni que pensar en si sentarte a estudiar o no. Tu cerebro te va a decir automáticamente: “son las 9, me siento a estudiar un tema”.
Una buena rutina para prepararte como Auxiliar Administrativo Sanitario
Una buena rutina bien entendida te pone en modo “piloto automático” y tu cerebro repite las acciones que repitió los días anteriores sin ni siquiera pensarlo.
Me levanto a la misma hora > me ducho > me tomo una taza de café > hago estiramientos > me siento a estudiar etc.
El mejor truco para comenzar a arraigar un hábito o una rutina es dar el primer paso. Pero es fundamental que estos primeros pasos sean tan sencillos de dar y tan fáciles de realizar que no puedas negarte. Muchos hábitos mueren antes de empezar porque nos “emocionamos” en exceso al comenzar.
Todos los deportistas de élite tienen sus hábitos y rutinas que siguen rigurosamente y les permiten llegar a donde no ha podido llegar casi nadie. Leía este verano la rutina de Michael Phelps, multimedallista olímpico en uno de los deportes más sacrificados que hay (la natación) , y me sorprendía ver hasta que punto era detallada y realizaba los pasos más pequeños exactamente igual día tras día, año tras año hasta que llegaba el día de la competición y sin ponerse nervioso realizaba una vez más su rutina, la que le había estado preparando para ese mismo instante.
Otro de los beneficios de una rutina bien entendida es que te mantiene en un estado mental familiar que te hace sentir más relajado. Esto mismo lo destacaba el nadador en una entrevista:
Stay focused on your goals and confident in your ability. “In Beijing, when my goggles filled with water, I didn’t panic,” Phelps says. “I went back to all of my training. I knew how many strokes it takes me to get up and down the pool, so I started counting my strokes. I didn’t reach the time I was aiming for, but I did win the race.
Necesitas estar concentrado en tus objetivos y confiar en tu capacidad. En Beijing, cuando se me llenaron las gafas de agua no me dio un ataque de ansiedad. Me acordé de todos mis entrenamientos. Sabía exactamente cuantas brazadas necesitaba para recorrerme la piscina, así que comencé a contarlas. No conseguí el tiempo que me había marcado pero aún así gané la carrera.
Cuando llegues a tu examen oral de oposiciones no te vas a poner nervioso si es algo que has repetido miles de veces. Tu cerebro lo va a interpretar como “una práctica más” y tu cuerpo va a reaccionar como siempre lo ha hecho, sin alteraciones de ritmo cardiaco ni ataques de pánico innecesarios.
Tu cerebro lo va a interpretar como “lo de siempre”, “lo de todos los días”, algo aburrido por lo que no merece la pena ponerse nervioso.
Aprende con los cursos para auxiliar administrativo en sanidad
Tu fuerza de voluntad se puede agotar. Tus hábitos no.
Diseña tu rutina por escrito y… simplemente repítela día tras día durante un mes. Antes de darte cuenta será algo para ti tan natural como respirar.
Diseña tu rutina diaria (de estudio, de trabajo…) minuciosamente como Michael Phelps, que siempre se ponía el auricular izquierdo antes que el derecho para oir su música motivadora 20 minutos antes de tirarse a la piscina.
Tu rutina aumentará tu confianza en ti mismo. Cuando llegue el momento de “tirarte a la piscina” tu cuerpo va a responder como siempre lo hizo durante los entrenamientos.
No hay nada más poderoso que la repetición. Una gota de agua cayendo durante milenios puede deformar la piedra y formar estalactitas y estalagmitas. No menosprecies lo que puedes hacer al cabo de un año trabajando día a día.