Otro día en el que te levantas para preparar tu oposición. Te sientas ante folios repletos de información. Párrafos y párrafos cuya relevancia no siempre es la misma. Saber distinguir lo más destacado del temario que estás leyendo es una cuestión fundamental. Así como también saber aplicar alguna técnica de estudio con la que poder destacar esa valiosa información de entre toda la existente. Subrayar es una vieja manera de hacerlo, capaz de hacer más fácil la misión de preparar una oposición con éxito, pero… ¿qué partes de un texto debo subrayar?, ¿qué colores debo usar?, ¿debo subrayar palabras aisladas, o frases completas? Incluso la técnica del subrayado tiene sus propias reglas.
Veamos algunas recomendaciones al respecto de esta técnica de estudio.
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¿Por qué he de subrayar?
Subrayar las partes más importantes de un temario es una buena manera de aportar una significación a una palabra, frase o párrafo de un texto; es también un excelente método de resumen de contenidos, de ordenación de ideas y de transformar un temario extenso y farragoso en algo más atractivo y visual. No solo eso, la distinción de texto por colores también puede beneficiar a la memorización y retención de ideas y a la concentración durante el estudio.
Cuando subrayamos un texto con colores le estaremos dando claridad, delimitando sus partes relevantes e incluso otorgándole una estructura que nos permita, de un vistazo rápido, detectar sus ideas principales.
Sin embargo, subrayar también requiere de un aprendizaje. Mucha gente subraya sus apuntes o temas a estudiar sin ser capaz de sintetizar. Es decir, subrayan demasiadas partes del texto perdiendo así el verdadero sentido del subrayado, que no es otro que el de la concreción de la materia a estudiar.
Por eso, antes de empezar a subrayar es conveniente tener en mente el concepto de síntesis. Trataremos de subrayar siguiendo el criterio de resumir, tal y como hacemos cuando ponemos en práctica otras técnicas de aprendizaje como los esquemas, diagramas, etc.
Algunos consejos para subrayar el temario de manera adecuada
Previamente al comienzo del subrayado de un temario debemos disponer del material indicado según nuestros gustos o predilecciones. De ahí que la primera de las recomendaciones de esta técnica sea la de elegir las herramientas correctas para subrayar. Debemos definir si queremos utilizar rotuladores de colores o de colores fluorescentes que resalten todavía más el texto, o lápices que permitan su borrado en caso de error. En cambio, si estudias tus apuntes de manera digital, podrás encontrar diferentes estilos y colores de subrayado en las diferentes herramientas de los procesadores de textos.
Subraya no más del 30% del texto
Subraya no más del 25% o 30% del texto al que te enfrentes. Se trata de distinguir las partes o ideas más importantes del texto, de hacer un ejercicio de simplificación de todo el contenido. A mayor cantidad de subrayado menor capacidad de sintetización y, por tanto, de comprensión y memorización rápida del temario. Trata de subrayar palabras y no frases o párrafos enteros. Cuando detectes que has subrayado más de cuatro o cinco palabras seguidas revisa el subrayado para ver si puedes condensar un poco más tu subrayado.
Destaca los sustantivos
Se estima que, de todas las palabras subrayadas, un 80% deben ser sustantivos y el otro 20% verbos o adjetivos. De esta manera la comprensión del texto subrayado será la más adecuada.
Establece códigos de colores
Una vez elegido el material habrá que definir los colores que vamos a emplear. Esto es una cuestión importante, ya que establecer un código de colores y asociar cada color a una jerarquización de ideas (por ejemplo, un color para títulos, otro para ideas principales, otro para secundarias, etc.) nos permitirá una mejor comprensión y memorización del texto a estudiar.
Puedes elegir los colores que desees con el único requisito de que respetes en todo momento el código de colores que hayas marcado para poder identificarlo rápidamente y no crear confusiones. Otro consejo es no utilizar demasiados colores. No más de cinco colores distintos es una buena cifra a manejar. De otro modo podrás generar algo de desconcierto y confusión.
Usar rotuladores fluorescentes también puede ser una buena manera de otorgar mayor visibilidad y claridad al texto o temario a estudiar. Actualmente existe en el mercado una amplia gama de posibilidades de rotuladores marcadores, de todos los colores y tonos (pastel, cálidos, fluorescentes) …pero recuerda, el objetivo de dar color a tu subrayado no es hacer más bonitos tus apuntes o temario, sino de resumir las ideas principales y secundarias del texto.
Juega con las líneas
Otra recomendación es tratar de combinar las líneas de subrayado entre las más finas y las más gruesas. Estas últimas pueden identificar los conceptos más importantes y las finas los conceptos menos relevantes. Trata que las líneas sean continuas y firmes, sin irregularidades que puedan confundirte entre el texto. Si es necesario ayúdate de una guía o regla para que sean lo más uniforme posible. Puedes usar líneas dobles para dar importancia a una parte del texto que entiendas como destacadas.
Lee previamente el texto a subrayar
Ya tenemos el material y su clasificación por colores, así que ya podemos empezar a subrayar. Bueno, no nos precipitemos. Uno de los errores más comunes de la técnica del subrayado es la de ponerla en práctica sin haber leído suficientemente el texto. Esto induce al subrayado excesivo y a la falta de capacidad de resumen. Por eso debemos realizar una lectura previa del texto que queremos aprender para nuestras oposiciones; de este modo obtendremos una visión global del contenido del mismo. Posteriormente es aconsejable hacer una re-lectura para una total comprensión del texto, de modo que lo hayamos interiorizado como para saber analizar sus partes más importantes a resaltar con el subrayado.
Piensa y relaciona
Una vez que hayas leído y/o releído el texto, piensa y reflexiona sobre lo que acabas de leer y trata de relacionarlo con tus conocimientos previos sobre el contenido o el temario. La lectura comprensiva, asociando y conectando ideas con sentido y lógica mejorará la experiencia del subrayado y, posteriormente, de su memorización.
El comienzo del subrayado
Ahora sí, ya podemos comenzar a subrayar. Para hacerlo también debemos tener en cuenta ciertas consideraciones. Es primordial distinguir la parte que contiene la idea central del párrafo o párrafos, y a partir de ella continuar el subrayado complementario de aquellas palabras clave o enunciados que lo desarrollan y/o explican. Evita subrayar ideas o conceptos que no aporten nada a la idea principal. Recuerda, siempre has de buscar la síntesis. Olvida subrayar párrafos completos ya que siempre podrás extraer de ellos una idea concreta.
Acompaña el subrayado con símbolos
En ocasiones el subrayado no es suficiente y necesitas de pequeños símbolos (o incluso anotaciones al margen de la palabra y/o frase subrayada) para remarcar su interés o añadir información adicional. Puedes establecer un sistema de signos (asteriscos, exclamaciones, etc.) que te permitan dar la relevancia adecuada al subrayado, o elegir unas palabras que definan el tipo de subrayado (principal, secundario, etc.). Recuerda que la intención es resumir el temario y hacerlo más visual para una mejor comprensión final.
Por último, y aunque suena evidente, la técnica del subrayado es algo muy personal. Cada estudiante sabe cuál es el método para subrayar el temario que mejor se presta a sus características, con sus colores (o la ausencia de ellos) preferidos, sus códigos de símbolos u otras indicaciones secundarias. Sea cual sea tu modo de subrayar nunca se debe descuidar el verdadero propósito de realizar
Sea cual sea tu modo de subrayar nunca se debe descuidar el verdadero propósito de realizar un buen resumen del texto o temario mediante el empleo de esta técnica de estudio.
No dejes de lado el sumillado
Las sumillas o sumillado son aquellas anotaciones que realizamos al lado de un párrafo, generalmente en el margen izquierdo, que nos sirven para destacar la importancia de una parte del texto o para proporcionar información adicional o relacionada con ella. Son una manera de resumir y junto al subrayado aportan una mayor claridad en la identificación de las ideas principales o más importantes del texto. El sumillado fomenta, además, el estudio activo y la memorización.
Tipos de subrayado
No existe una única clasificación de tipos de subrayado. Según distintos autores que han profundizado sobre esta técnica pueden existir diferenciaciones entre subrayado lineal, que emplea distintos trazos de línea para distinguir y destacar las ideas, subrayado estructural con ayuda del sumillado o anotaciones al margen, subrayado crítico donde se añaden dudas al margen derecho, subrayado tipo telegrama que trata de sintetizar al máximo las ideas a subrayar, subrayado lateral con líneas perpendiculares a los párrafos a destacar, etc.
Sea cual sea la técnica que emplees, siempre debes hacer un análisis del método que mejor te funcione para tu memorización del contenido y en base a el elegir tu método de subrayado.
En resumen, un buen subrayado mejora la capacidad de síntesis, nos permite organizar mejor todas las ideas, a relacionar los conceptos entre sí, a que nuestra concentración sea mayor y ayuda a agilizar los repasos o el estudio durante la preparación de tu oposición.