Durante 6 años de vida, entre los 6 y 12 años, un alumno forma parte de la Educación Primaria. Una etapa fundamental para la formación integral del individuo, donde trabajar en el aprendizaje de la expresión y compresión a nivel oral y escrito, así como en la adquisición de habilidades lectoras, de cálculo, cultural, creativas, etc. También es un periodo esencial para el desarrollo personal, educativo y social del alumno en base a experiencias que puedan prepararlo para su futuro acceso a la Educación Secundaria Obligatoria. Para cualquier duda sobre un curso homologado en APPF no dudes en consultarnos.
En esa misión, y en pro del crecimiento del alumno, la figura del maestro de Primaria juega un papel de enorme valor, siendo el responsable no solo de programar, impartir y evaluar las diferentes asignaturas troncales (o específicas según su caso) que son comunes a todo el alumnado, sino también la persona encargada de procurar transmitir el aprendizaje en base a valores, normas de convivencia, hábitos de trabajo individuales o en equipo, desarrollo de capacidades intelectuales, afectivas, sociales, críticas, entre otras.
Para poder cumplir con el objetivo elemental de la Educación Primaria, el docente deberá reunir un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan estimular la motivación del alumno y permitir su óptimo aprendizaje y desarrollo. Hablamos de las competencias del maestro de Primaria.
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Competencias básicas de un docente de primaria : Cinco competencias fundamentales
Aunque la docencia es un campo en constante evolución y, los docentes unos profesionales en permanente aprendizaje pedagógico; a fin de adquirir nuevas competencias y poder aplicar nuevas metodologías que favorezcan a la mejora de los procesos de enseñanza, es posible establecer una serie de competencias indispensables en todo maestro de Primaria.
Planificación
Un buen docente debe saber planificar y organizar la enseñanza. Es decir, poner en práctica todas aquellas funciones, responsabilidades y conocimientos formativos adquiridos para su óptima aplicación. Gracias a una buena estructura y organización de su trabajo, así como a la gestión de los recursos, materiales, espacios y tiempos de los que dispone, el docente podrá establecer correctamente los objetivos y diseñar el proceso de aprendizaje que le permitirá, supervisar el progreso del alumno durante el mismo y su evaluación final.
Comunicación
La enseñanza es, en sí misma, un acto de comunicación. Por eso, la habilidad de comunicación es una cuestión primordial en el docente de Primaria. De la eficacia para transmitir conocimientos y valores por parte del maestro depende, en gran parte, el éxito del aprendizaje de los alumnos y su desarrollo educativo posterior. Estamos hablando de un periodo de la vida del alumno donde la progresión de la comprensión verbal, oral y lectora es muy elevada, por lo que la buena comunicación del docente es una competencia imprescindible y de primer nivel.
En esta competencia no solo importa el elemento comunicativo verbal. También el no verbal (gestual o postural) es importante a la hora de transmitir el mensaje, al igual que conocer con precisión el calado del mensaje entre el alumnado. En este aspecto, también cuenta el saber escuchar con atención a los demás, el uso de un vocabulario adecuado y sin empleo de términos negativos, o la especial atención en el énfasis, el tono y el volumen.
Competencia Social
El docente de Educación Primaria deberá tener la capacidad para relacionarse de manera apropiada con sus alumnos, pero también con los familiares de estos, con sus compañeros de centro educativo, etc. La competencia social del docente integra su conducta intelectual y afectiva dentro del contexto educativo con el objetivo de integrar socialmente a todos sus miembros. Entre ellos; su capacidad para resolver problemas, la empatía para poder ponerse en el lugar de sus alumnos y poder entender sus sensaciones, actitudes o comportamientos, la asertividad para comunicar desde un punto de vista positivo, o el equilibrio entre cercanía y autoridad para poder establecer una adecuada, justa y respetuosa relación maestro-alumno, y favorecer así, la convivencia en el aula.
Colaboración
El trabajo del docente es, principalmente, una cuestión individual. Es el propio docente el encargado de preparar e impartir sus clases, sin embargo, cada vez es más importante que la colaboración y el trabajo en equipo sirva como retroalimentación educativa para el docente y su entorno profesional. El fomento del aprendizaje cooperativo, la acción coordinada entre el profesorado por aplicar o actualizar métodos pedagógicos de forma común, o la comunicación con familiares en casos especiales como trastornos de aprendizaje o altas capacidades del alumno, mejoran y completan el proceso educativo.
Competencias curriculares
Por último, las competencias cognitivas y didácticas en el docente son imprescindibles. Lo es para poder aportar todos los conocimientos curriculares entre el alumnado. El maestro de Primaria deberá poner en práctica toda la teoría de su formación académica, profesional y conocimientos como los informáticos. También aplicarla en las áreas y materias concretas a impartir. El docente deberá buscar, valorar e integrar la información de la que disponga con el único objetivo del aprendizaje de sus alumnos. En el ejercicio de esta competencia deberá ser capaz de transmitir adecuadamente la información al alumno mediante el uso de actividades, materiales, recursos didácticos y estrategias.
En resumen, un maestro de Primaria deberá desarrollar su capacidad para liderar, interactuar con su entorno educativo, resolver conflictos y promover valores entre sus alumnos durante el transcurso de todo el proceso didáctico, con el fin de dotar a los alumnos de Primaria de un aprendizaje de habilidades y conocimientos que será esencial para su futuro.
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