¿Cómo hacer esquemas para tu oposición?
El esquema es una de las técnicas de estudio que nos facilita la labor de condensar toda la información incluida en el temario de una oposición. Una manera de organizar todas las ideas principales del temario a estudiar, dándole un aspecto más atractivo que nos permita visualizarlas y entenderlas de un modo directo y sencillo.
Para aprovechar al máximo todos los beneficios que pueden aportar los esquemas, es necesario conocer previamente como deben realizarse. No se trata de reescribir el texto al pie de la letra acompañado de símbolos, barras o corchetes o de utilizar muchas abreviaturas, existen unas reglas concretas que indican cuándo y cómo debemos hacer un esquema.
Veamos algunas de ellas.
Indice de contenidos
Cómo hacer esquemas: Antes de comenzar a elaborar un esquema hemos de entender bien cuál es su principal cometido.
Un esquema sirve para que todas las ideas relevantes contenidas en un temario queden reflejadas de una manera estructurada sobre el papel. Una especie de representación visual de los contenidos que recoja una síntesis de lo más importante de un tema.
Por medio de un buen esquema debemos ser capaces de entender toda la información a simple vista, reteniendo los conceptos principales y secundarios gracias a la sencillez y organización de su estructura.
Por eso, para saber cómo hacer esquemas debemos ser capaces de resumir adecuadamente. Hacer un buen ejercicio de simplificación del temario nos ayudará a memorizar la información y nos permitirá realizar mejores esquemas. En la base de un buen resumen, y su consiguiente esquema, está la realización de una buena lectura previa gracias a la cual hayamos comprendido e interiorizado el concepto global de cada tema. Estas técnicas de estudio son independientes entre sí pero absolutamente complementarias, incluso deben seguir un orden lógico para la correcta puesta en práctica de cada una de ellas: lectura previa, re-lectura, resumen y/o subrayado y, por último, esquema.
Asegúrate de tener acceso completo y actualizado al temario oficial de la oposición. Los temarios pueden cambiar y es vital que tu estudio se base en la versión más reciente para que el resumen sea exacto y riguroso.
Familiarízate con el formato del examen, tipos de preguntas, criterios de evaluación y cualquier otra especificidad de la oposición. Esto te ayudará a enfocar tu estudio de manera más efectiva.
Reconoce cuáles son los temas centrales y cómo se estructuran dentro del temario. Esto te ayudará a organizar tu esquema de manera lógica y coherente.
Evalúa cuánto tiempo puedes dedicar al estudio y planifica tu esquema en consecuencia. Es importante establecer un calendario realista que se ajuste a tus otras responsabilidades.
Determina qué materiales y recursos tienes a tu disposición para el estudio. Esto incluye libros, apuntes, cursos online, tutorías, entre otros. Así como también el material de escritura; lápices, marcadores, folios, etc.
Una vez hayamos realizado todo el trabajo previo enfocado a comprender el temario y establecer en nuestra mente una estructura de contenidos gracias a la lectura o el resumen, estamos en disposición de comenzar a hacer un esquema.
Es importante saber que un esquema debe ser un trabajo de condensación donde prime lo visual. Y en ese aspecto entran en juego los colores.
Si realizaste una labor previa de subrayado, puedes valerte de la misma estructura de colores que utilizaste para ella a la hora de distinguir las ideas principales de las secundarias. Si no lo hiciste, establece un código de colores antes de comenzar con el esquema y no dudes en usar un color para resaltar palabras relevantes dentro de una frase.
Asigna un color diferente a cada tema principal, subtema o tipo de información. Por ejemplo, usa un color para los títulos, otro para las ideas principales, y otro para ejemplos o casos de estudio. Esto ayuda a diferenciar rápidamente las secciones y a identificar la estructura del contenido. Utiliza colores brillantes para resaltar conceptos clave, definiciones importantes o datos cruciales. Esto hace que la información importante se destaque a primera vista.
Asegúrate de que haya un buen contraste entre el color del texto y el fondo. Los textos en colores muy claros sobre fondos claros o colores oscuros sobre fondos oscuros pueden ser difíciles de leer. Mientras que los colores son útiles, el exceso puede ser contraproducente. Demasiados colores pueden hacer que tu esquema sea confuso y distraer. Limita tu paleta a unos pocos colores seleccionados.
Una vez que asignes un color a un tipo de información, intenta ser consistente en su uso a lo largo del esquema. Esto ayuda a crear un patrón que tu mente puede seguir fácilmente. También deberás tener en cuenta tus preferencias personales y la psicología del color. Por ejemplo, el azul puede ser calmante y propicio para el aprendizaje, mientras que el rojo puede ser estimulante y llamar la atención sobre elementos importantes.
Debes tener en cuenta que los esquemas no deben ser tan extensos como los resúmenes, mientras estos últimos pueden recopilar frases o párrafos completos, los esquemas deben hacer hincapié sobre la palabra o palabras clave que dan sentido a una frase, y en esa misión de escribir únicamente lo imprescindible, los colores pueden serte de gran valía a la hora de destacar lo esencial.
Define bien la estructura de los esquemas en tu cabeza antes de ponerte con ellos. Piensa si has entendido e interiorizado correctamente todos los conceptos y apartados y si estás preparado y en condiciones de empezar con el esquema; si es así…ponte manos a la obra. Elige un titular para cada esquema, los símbolos que vas a utilizar, diagramas de llaves, corchetes, puntuaciones, si usarás abreviaturas y en qué casos, etc. Ten claro cómo harás tus esquemas.
Piensa que puedes hacer tantos esquemas como desees, no tienes porqué ceñirte a un único esquema por tema. La idea de dividirlo en varios pequeños esquemas, si el texto original es denso es, incluso aconsejable para lograr una clasificación bien definida por partes temáticas. Esto te ayudará a una mejor visualización del contenido.
Si en el texto aparecen datos como fechas, cifras, plazos, etc., trata de que queden bien visibles en tu esquema. Este tipo información es siempre muy importante en una oposición por lo que a la hora de reflejarse en un esquema debe venir acompañado de un color previamente definido, de un subrayado, símbolo o cualquier otra decisión gráfica que sirva para darle relevancia sobre el resto de contenido.
Puedes crear secciones, notas al margen o columnas específicas dentro de tu esquema de manera que puedas tener la información ordenada y localizada para un posterior repaso. También puedes usar líneas de tiempo que ayudan a entender la secuencia o relación entre eventos o leyes.
Por último, para saber cómo hacer esquemas, debes saber que existen diferentes tipos de esquema que, según sus características particulares, pueden adaptarse mejor a un tema o a otro.
El más básico y sencillo de todos es el esquema vertical. Su estructura sigue el orden natural de la escritura, es decir, de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Su gran ventaja es que podemos ir realizándolo en el mismo orden conforme realizamos la lectura o estudio del temario original.
A menudo, los esquemas verticales pueden ajustarse mejor en páginas de formatos estándar, como documentos de texto o cuadernos y son comunes en la toma de notas y en la organización de ideas que siguen una secuencia lógica o un desarrollo de conceptos.
También existe el esquema horizontal. Es similar al vertical solo que cambia la dirección en que está esquematizado el texto, generalmente de arriba hacia abajo. Tiene un aspecto más visual y nos obliga a ser más concisos al encontrarnos con menos espacio para incluir largas frases o explicaciones.
Son ideales para representar líneas de tiempo, procesos paso a paso, o cualquier información que tenga una secuencia clara. Permiten una fácil visualización de la progresión o el desarrollo de un tema a lo largo del tiempo o a través de diferentes fases. Eso sí, están limitados a ciertos formatos de papel o pantalla, pero son ideales para formatos digitales donde desplazarse horizontalmente es fácil.
La elección entre un esquema vertical y uno horizontal depende de la naturaleza de la información y de cómo quieres visualizar las relaciones entre los conceptos. Los esquemas verticales son excelentes para estructuras jerárquicas y relaciones de tipo general-específico, mientras que los esquemas horizontales son óptimos para mostrar secuencias y procesos a lo largo del tiempo. Al final, el estilo que elijas debe facilitar tu comprensión y retención de la información.
Si optas por buscar un esquema todavía más visual puedes elegir los esquemas gráficos. No son más que dibujos o gráficas acompañados de texto, bien en forma de diagramas, mapas conceptuales, mapas de ideas, líneas de tiempo u organigramas por citar solo algunos. Presentan la información de un modo muy vistoso, contribuyendo a retener la información más fácilmente.
Tanto si te apoyas en esquemas, como si das especial importancia a la lectura y re-lectura de los textos, a la elaboración de un buen resumen, o a un exhaustivo subrayado de lo más esencial, ten en cuenta que siempre debes ser lo más concreto posible; no extenderte en exceso y, sobre todo, saber detectar la información de valor frente a la que no lo es. Todas estas técnicas de estudio y saber cómo hacer esquemas te ayudarán a superar una oposición con éxito.
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