Igualdad de género en el entorno sociosanitario

Concepto de género                                                                                          

Según la Organización Mundial de la Salud, cuando nos referimos a género, estamos describiendo aquellas características de mujeres y hombres que se construyen de manera social, a diferencia de las que son puramente biológicas. Las personas aprenden los roles, conductas y actitudes de un hombre o de una mujer, estos atributos aprendidos son los que construyen la identidad de género y determinan los roles de género.

Por tanto, el género se refiere a las relaciones de poder entre hombres y mujeres y a la construcción social de la feminidad y la masculinidad. Existen muchas desigualdades entorno a los diferentes roles y esto deriva en consecuencias sobre la vida, salud y bienestar.

Cuando hablamos de violencia de género, hacemos referencia a la violencia que es ejercida por el varón contra la mujer por el simple hecho de serlo y por la posición social que ocupan en la sociedad patriarcal (subordinación al padre de niñas, subordinación al marido cuando se casan). Los varones ocupan el rol dominante, mientras que la mujer la posición social subordinada.

Las diferentes formas de violencia contra las mujeres

Hay muchos tipos de violencia contra las mujeres, una de ellas es la violencia doméstica o familiar, esta es la violencia que surge dentro de la casa, dentro del seno de la familia.

Las formas de violencia dentro de la casa pueden ser muchas, la violencia que se ejerce por parte del marido hacia su mujer, el abuso de las niñas por parte de sus familiares, la violencia relacionada con la dote o la mutilación genital, la violencia que ejerce el padre o la madre sobre los hijos, los adultos sobre los ancianos etc.

Pero la violencia contra la mujer también se puede dar en el ámbito laboral, en un contexto social, en un conflicto armado, en los medios de comunicación, en las tradiciones culturales etc., de hecho, los micromachismos son un ejemplo de ello.

¿Qué son los micromachismos?                                               

Además de las clásicas formas de violencia que conocemos como psíquica, física y sexual, hay otro tipo de violencia que la mayoría de mujeres sufren en el día a día sin ser conscientes de ello. Nos referimos a los micromachismos, aquellas prácticas de dominación masculina que se dan en la vida cotidiana y que tienen como objetivos:

1. Mantener el dominio y la respuesta de superioridad sobre la mujer.
2. Reafirmar o recuperar el dominio frente a una mujer que se rebela.
3. Resistirse al aumento de poder personal de una mujer o aprovecharse de él.

Los micromachismos son micro abusos o micro violencia que se da en situaciones cotidianas del día a día y que muchas veces no somos conscientes de ello, ya que son tan sutiles que pasan inadvertidos. Podemos llegar a distinguir tres categorías.

Tipos de micromachismos

1. Micromachismos coercitivos o directos

Son aquellos en los que el hombre usa la fuerza moral, psíquica, económica o de su personalidad para intentar doblegar a las mujeres sin razón de su parte. Por lo general, suelen cumplir con su objetivo porque provocan en la mujer un sentimiento de derrota posterior al comprobar la pérdida, ineficacia o falta de fuerza y capacidad para defender sus propias decisiones o razones, esto provoca en la mujer inhibición, desconfianza en una misma y disminución de la autoestima. Se suele incluir intimidación, apelación al argumento lógico, insistencia abusiva o el control del dinero.

2. Micromachismos encubiertos

También existen micromachismos de control que se realizan de manera oculta o indirecta, para que la mujer no se dé cuenta de que el hombre trata de ejercer su dominio sobre ella. Estas maniobras son tan sutiles que pueden pasar desapercibidas y por eso son aún más eficaces.

Con este tipo de actuaciones se impide el pensamiento y la acción de la mujer. El hombre la lleva en la dirección que quiere, se aprovecha de su dependencia afectiva, de su pensamiento confiado y al final hace que ella sienta que no vale, que sienta confusión, dudas, culpa y que su autoestima y autoconfianza bajen.

En estas maniobras se incluyen la maternalización de la mujer, las maniobras de explotación emocional y desautorización, el paternalismo, la creación de falta de intimidad, los engaños etc.

3. Micromachismos de crisis 

Se suelen utilizar para restablecer el reparto desigual del poder, por ejemplo, en el aumento del poder personal de la mujer por cambios en su vida o por la pérdida del poder del hombre por razones físicas o laborales. Entre ellos incluye el pseudo apoyo, la desconexión y el distanciamiento, el hacer mérito o dar lástima.