Experto en Técnicas de Prevención en Riesgos Laborales: Higiene en el ámbito laboral

La salud laboral es un término bastante amplio porque no solo trata el tema de las enfermedades a nivel orgánico, sino que hace más bien referencia a que exista un equilibrio tanto físico como psíquico y social por parte del trabajador.

Se entiende por enfermedad profesional aquella que sufre el trabajador a consecuencia de la realización de una actividad por cuenta ajena y que es provocada por elementos o sustancias que según la ley están contempladas causantes de enfermedad profesional.

Existen una serie de factores ambientales y tipos de contaminantes que pueden contribuir a desarrollar una enfermedad.

Riesgos laborales en justicia

Riesgos por contaminantes químicos

Son las sustancias que durante su manipulación pueden quedarse en el ambiente y terminar entrando en el cuerpo humano causando en estas graves lesiones para la salud. Algunos ejemplos de estas sustancias son polvos finos, fibras, humos, nieblas, gases, vapores etc. Este caso se daría por ejemplo en un abogado que tenga que visitar con frecuencia la fábrica de su cliente.

Riesgos físicos nocivos para la salud

Los trabajadores con frecuencia se ven expuestos a ruidos, vibraciones, variaciones de presión, radiaciones etc., y esto pueden llegar a suponer un problema para la salud. Sobre todo, cuando se está expuesto a estos agentes durante un tiempo prolongado. Aquí la prevención reside sobre todo en realizar controles de calidad y mediciones de sonido. Así como mantener siempre los equipos que se utilicen en correctas condiciones de seguridad, con sus carcasas de protección etc.

Riesgos biológicos

Los trabajadores del sector justicia se encuentran en constante contacto con otras personas, ya sea clientes en su despacho o juicios en los que se puede producir riesgo de contagio en caso de alguna enfermedad. Dentro de los riesgos biológicos podemos diferenciar virus, bacterias y hongos, los cuáles pueden producir efectos adversos en las personas.

Riesgos ergonómicos

En el sector de la justicia (abogados, jueces, procuradores, fiscales, secretarios judiciales, administrativos etc.) son muy propensos a sufrir este tipo de riesgos, ya que pasan muchas horas sentados organizando papeles, realizando escritos, tratando con clientes o en juicios. Es por ello por lo que es fundamental mantener una buena higiene postural.

Riesgos de higiene en justicia

En cualquier trabajo de cara al público y por el que pasan a diario cientos de personas como pueden ser los juzgados, es de vital importancia que se mantenga una buena higiene, contratando personal de limpieza y estableciendo una rutina de higiene de todas las zonas públicas, esto ayudará también a prevenir otra serie de riesgos como los que veíamos anteriormente (riesgos biológicos, riesgos por contaminantes químicos etc.)

Riesgos psicológicos en el sector judicial

Al igual que en otros sectores laborales puede ser que los profesionales se vean afectados por problemas de estrés y ansiedad, ya sea debido a una gran cantidad de trabajo, a las exigencias de los clientes con los que trabajan o a la presión que conlleva un juicio independientemente de que seas abogado, procurador, fiscal o juez. Algunos profesionales de este sector se ven expuestos con frecuencia a largas jornadas de trabajo y esto puede terminar afectando a su salud.

Pero, ¿todos estos riesgos de los que hemos hablado anteriormente afectan en la misma medida? La respuesta es no, siempre va a depender de una serie de condicionantes, el que un agente termine desembocando en una enfermedad profesional.

Factores que determinan el desarrollo de una enfermedad profesional

1. La concentración del agente contaminante, hay unos ciertos valores mínimos que son tolerados y que si no se superan no tienen por qué considerarse un riesgo físico o químico para la salud.
2. El tiempo de exposición al mismo. Hablamos sobre todo de las horas de duración de una jornada laboral que no exceda de las 8 horas y el periodo de trabajo que no sea superior al periodo medio de vida laboral. Sin embargo, las condiciones individuales de cada individuo como la capacidad de concentración y tiempo de exposición son diferentes así que habría que estudiar cada caso en concreto.
3. La relatividad de la salud: los trabajos cambian, cada trabajo es diferente, los métodos también van evolucionando, así como los productos y herramientas que se utilizan. Pero de la misma manera, los conceptos de salud y enfermedad tampoco son los mismos que años atrás, por lo que, aunque tratemos de seguir las indicaciones oficiales, no significa que se vayan a evitar por completo las enfermedades profesionales.
4. La presencia de varios agentes contaminantes: es posible que si se dan varios agentes a la vez estos provoquen una disminución de las defensas en el organismo, y por tanto sea más fácil que los virus o bacterias los ataquen. Para ello hay que revisar los límites aceptables cuando se den varias condiciones a la vez.