Descripción
CURSO HOMOLOGADO
MODALIDAD ONLINE
EVALUACIÓN TIPO TEST
Curso orientado a opositores y docentes en activo que deseen realizar o adaptar sus programaciones de aula y unidades didácticas a las competencias básicas.
Los contenidos versan sobre una de las alteraciones más graves del desarrollo durante la primera infancia que constituye uno de los problemas más serios desde el punto de vista personal, familiar y social. El autismo.
Certificado: Curso HOMOLOGADO por la Universidad Católica de Ávila
Envío: Diploma en formato digital
Créditos: 2 ECTS
Duración: 50 horas
Periodo de realización: 10 días
Metodología: A distancia en la plataforma on-line de APPF.es
Evaluación: Tipo Test
Tema 1:
Módulo 1: Autismo: delimitación conceptual y desarrollo del niño autista
Tema 2:
Módulo 2: Autismo: Implicaciones Educativas
Tema 3:
Módulo 3: Practicum Virtual
El autismo forma parte de los denominados trastornos generalizados del desarrollo o TGD. Un grupo de trastornos que se caracterizan por la presencia de retrasos en el desarrollo de las aptitudes sociales y de comunicación en el niño o niña, a partir de los cuales se manifiestan problemas para el uso del lenguaje, dificultades en la interacción social, posible falta de atención e interés o ausencia de juego simbólico. Entre estos trastornos se encuentran el síndrome de Asperger, el síndrome de Rett, el trastorno desintegrativo infantil o el trastorno del espectro autista (TEA), el cual es el más común e investigado de todos los TGD.
¿Cómo se detecta el autismo en los niños?
El autismo es un espectro de trastornos cuyo origen es biológico y que cuenta con una parte importante de factor genético, aunque no siempre es imprescindible el componente genético en su aparición. También puede deberse a una combinación de otros factores como ambientales (nacimientos prematuros, dificultades en el parto, exposición a contaminación, etc.) que pueden afectar al desarrollo temprano del cerebro.
¿Cuándo aparece el TEA en niños?
EL TEA es un trastorno neurobiológico que suele aparecer en los tres primeros años de vida, por lo que una vigilancia y detección temprana hará posible un tratamiento precoz y la obtención de mejores resultados y progresos en el niño. Este es el gran caballo de batalla del autismo en el que cada vez están más implicados y concienciados los profesionales de la medicina, padres, familiares, y personal docente y educativo, gracias al cada vez mayor y más preciso número de estudios que hablan de los síntomas, comportamientos y dificultades del espectro autista que permiten identificar más fácil y rápidamente el trastorno en el niño.
Aunque existe una amplia variedad de tipos de trastornos autistas y cada individuo presenta unas conductas diferenciadas según su caso particular, sí que existen una serie de síntomas comunes que permiten detectar el autismo en el niño. Entre los trastornos principales se encuentran: la dificultad en el lenguaje, un déficit en la socialización, comportamientos repetitivos o carencia en el área motriz. También estados de ánimo cambiantes, hiperactividad, problemas con el sueño, falta de atención, ansiedad, o en menor medida, convulsiones.
A diferencia de un niño con desarrollo normal, el niño con trastorno del espectro autista puede no mirar a la cara, coger los dedos o prestar atención a los sonidos en sus primeros meses de vida. No imitan gestos, no responden a su nombre, y presentan comportamientos agresivos o desproporcionados en situaciones no apropiadas. Ante la presencia de algunos de estos comportamientos, es importante acudir a un especialista para su valoración.
¿Qué necesidades educativas tiene un alumno con autismo?
Estas diferencias del niño que sufre este trastorno neurobiológico, condicionan su nivel de inteligencia y su desarrollo cognitivo y de aprendizaje, de ahí que su ingreso en los centros educativos requiera de un tratamiento especial por parte de los educadores.
Una educación adecuada a sus características, en base a un estudio de sus necesidades especiales y en la que tomen parte como implicados los padres y docentes, podrá ayudar a mejorar los problemas de comunicación del alumno, favoreciendo sus relaciones sociales, su lenguaje verbal y no verbal, su interacción con el juego, sus problemas motrices, etc.
El niño autista puede carecer de tacto, no entender las normas en su medida correcta, presentar dificultades para entender un discurso complejo, no comprender las emociones de otros compañeros, etc.
Será imprescindible valorar individualmente las habilidades propias del alumno y las posibilidades del entorno para decidir si este se integra de manera normalizada e inclusiva en el centro educativo a tiempo completo, si debe hacerse de manera gradual dividiendo su tiempo entre el grupo ordinario y una atención personalizada y especializada fuera de ella o si, por la especificidad del caso, sea conveniente su asistencia a un centro de educación especial.
Estrategias educativas a seguir para los niños con autismo
Toda vez que el docente conozca las características personales del alumno con trastorno del espectro autista y tras la decisión del modelo de escolarización educativa (a tiempo completo o variable, de inclusión total o parcial ) que seguirá el alumno, tomada por los profesionales y tutores del mismo, el educador podrá trazar su estrategia de enseñanza a seguir, es decir, adaptando los objetivos y contenidos del currículo y definiendo las estrategias de evaluación según el grado de autismo y las posibilidades de su desarrollo funcional y en base a la infraestructura y recursos del centro.
Entre los objetivos a cumplir están:
- La mejora de sus habilidades sociales con respecto al resto del alumnado.
- La comprensión de las normas a cumplir y los convencionalismos sociales y emocionales.
- Potenciar su comunicación. De ida y vuelta y espontánea.
- Fomentar su autonomía e independencia.
- El control de su conducta.
- Garantizar su adaptación al entorno.
- Desarrollar su atención, su memoria, el aprendizaje y otros procesos cognitivos.
Metodologías a seguir
La metodología a aplicar deberá dar prevalencia a establecer rutinas, a organizar los espacios de manera ordenada, a prestar atención a sus estados emocionales, a establecer turnos a cumplir, y a organizar actividades en las que puedan integrarse de manera normalizada, que sean sencillas y fáciles de entender, que gocen de apoyos visuales como refuerzo y, a ser posible, que sean repetidas para favorecer su comprensión.
Es importante reforzar la autoestima del alumno con trastorno del espectro autista por medio de comentarios positivos pero también inculcándole la importancia de hacer frente a situaciones adversas así como, generar un ambiente de empatía y comprensión dentro del aula, donde todo esté estructurado pero abierto a cambios, donde se promueva la enseñanza de soluciones y alternativas a problemas o contratiempos, es decir, un aprendizaje basado en la práctica, con apoyo de material visual, con instrucciones claras y precisas, sin largos discursos y explicaciones y sobre todo a través de la convivencia entre el alumnado.
El gran objetivo del sistema educativo español para con los alumnos que presenten autismo, es el de garantizar la no discriminación, la igualdad de condiciones, contar con los recursos y apoyos necesarios para tal fin en cada Comunidad Autónoma y procurar una formación continua al profesorado que facilite el correcto desarrollo del alumnado y su crecimiento y transición entre los diferentes niveles, ciclos y etapas educativas del alumno.
En APPF contamos con una amplia experiencia en los cursos homologados para distintas oposiciones, con todas las garantías.