Los exámenes tipo test son uno de los modelos más habituales que podemos encontrar en las pruebas que se realizan en cualquier oposición. Uno de los principales motivos es la objetividad que ofrecen a la hora de evaluar los conocimientos, pero también la rapidez en el proceso de corrección. Esto los convierte en una de las modalidades de examen por excelencia en este tipo de pruebas, razón por la cual te será muy útil conocer cómo estudiar para un examen tipo test y cuáles son las técnicas más efectivas.
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¿Qué tienen de especial los exámenes tipo test a diferencia de los desarrollo?
Cualquier persona que desee preparar una oposición tiene que familiarizarse con este tipo de pruebas, así como adaptar el método y las técnicas de estudio que aplique a esta modalidad de examen. Esto último es muy importante, porque de ello depende el nivel de aprendizaje que adquieras a lo largo de los meses de estudio.
Lo primero que tienes que saber es que, a la hora de preparar un examen tipo test premian ciertas habilidades que son diferentes a aquellas que se premian en un tipo desarrollo. En los exámenes de desarrollo, es fundamental que exista un trabajo de comprensión, habilidad para sintetizar información, así como capacidad para expresar y redactar ideas de manera clara y ordenada.
Sin embargo, en los exámenes tipo test, no vamos a tener que expresar ni redactar conocimientos, simplemente tenemos que reconocer cuál es la alternativa correcta entre las diferentes opciones posibles.
El simple hecho de tener frente a nosotros la respuesta, hace que los tipo test se conviertan en una forma de evaluación que alberga información muy detallada, complicada y confusa, motivo por el cual muchos estudiantes se sienten incapaces de hacerle frente con éxito. La persona que evalúa estos conocimientos, tratará de comprobar que tienes todos los conceptos, ideas y datos claros, por lo que buscará confundirte y poner a prueba tu nivel de asimilación de contenidos. Por eso mismo, un examen tipo test, no se prepara de la misma forma que un examen de desarrollo.
¿Qué habilidades necesitas entrenar para preparar un tipo test?
- Capacidad para comprender el contenido.
- Capacidad para analizar y estructurar cada texto, sección o tema que trabajas.
- Capacidad para asociar, asimilar y relacionar ideas.
- Capacidad para contrastar información.
- Habilidad para reconocer datos y recordarlos fácilmente.
¿Cómo estudiar para un examen tipo test? ¿Qué técnicas son las más efectivas?
Pon el foco en el detalle
El estudio de los tipo test es un estudio minucioso en el que hay que buscar el detalle. Podría aparecer en el examen cualquier información, por muy específica que sea. Por lo que resumir y sintetizar las ideas, no es una de las técnicas por excelencia. Si resumimos en exceso, caemos en el error de eliminar información que podría ser susceptible de ser preguntada. Por lo que no te recomiendo que te desprendas de tus apuntes originales si estás preparando un examen tipo test.
Analiza como si fueras un inspector
El subrayado es la técnica por excelencia para el estudio de un tipo test. Un subrayado analítico y correctamente aplicado nos facilita detectar en los apuntes todas las ideas relevantes, todos los conceptos importantes, todas las palabras clave y todos los datos precisos. Te recomiendo que tengas una estrategia para subrayar que sea realmente eficaz, empleando un código de colores sencillo pero adecuado y que además te entrenes para convertirte en un experto aplicando esta técnica.
Aplica la técnica “desmontar el puzzle”
Como ya te he comentado anteriormente, el estudio de los exámenes tipo test, es un estudio al detalle. Piensa que cada texto, es un puzzle armado que tienes que desmontar y localizar todas sus piezas, para posteriormente agruparlas por categorías. Para ello tienes que adquirir la habilidad de estructurar cada texto, sección o tema y a continuación organizar el conjunto de ideas por categorías, de forma gráfica y visual. Dispones de cantidad de técnicas para ello: esquemas, mapas mentales, mapas conceptuales, líneas temporales, cuadros comparativos, dibujos, gráficos de ideas, etc. Te recomiendo que integres variedad de técnicas y aprendas a elegir la que mejor se adapta en cada momento, teniendo en cuenta la información que te da cada texto.
Utiliza tu memoria de reconocimiento
En el momento del examen, debes saber reconocer la alternativa correcta, por lo que debes entrenar tu memoria visual y aplicar técnicas que te permitan asimilar información sin necesidad de tener memorizar las palabras al detalle. Lo ideal es que pongas en práctica técnicas de asociación y reglas mnemotécnicas que te den pistas para lograr recordar la información más fácilmente e identificar la respuesta correcta en el momento del examen. Cuanto más creativo y visual sea tu método de estudio, memorizar los datos te resultará más sencillo.
Repasa de forma activa
Los repasos son parte fundamental del estudio de una oposición y no deben limitarse a lecturas pasivas para refrescar la información, sino que debes aplicar estrategias de estudio activo que te mantengan concentrado, que te permitan detectar qué partes de tus apuntes llevas mejor preparadas y cuáles necesitas reforzar. De esta forma no olvidarás lo aprendido.
Ponte a prueba y familiarízate con el examen
Esta es una de las estrategias de repaso por excelencia.
Realiza simulacros de examen con modelos de años anteriores o que te haya facilitado tu preparador. Busca un lugar y un ambiente lo más parecido posible al que tendrás el día del examen y pon a prueba no solo tus conocimientos, sino tu capacidad y habilidades para enfrentarte al examen. Analiza cada simulacro que realices, detecta aspectos a mejorar y supérate en cada simulacro.