Beneficios de la música: “Cualquier niño a quien se entrene correctamente puede desarrollar una habilidad musical, de igual modo que todos los niños desarrollan la capacidad de hablar su lengua materna”. Schinichi Suzuki (violinista,educador y filósofo)
La música está presente en nuestras vidas desde los primeros días de vida. Desde el momento en que nacemos comenzamos a ser oyentes pasivos de esas notas que suenan de fondo en una radio, en un anuncio en la televisión, en las aplicaciones de nuestros móviles o en esa nana que nuestros padres nos cantan como método de relajación para conciliar el sueño. Incluso es posible afirmar que la música está con nosotros desde meses antes de venir al mundo, puesto que al tercer mes de gestación el oído humano ya está formado y todos los sonidos graves y agudos que los bebes escuchan en el vientre materno afectan positivamente a su desarrollo.
Los beneficios de la música como estímulo comunicativo y de expresión son numerosos. Desde la más temprana edad hasta en etapas posteriores del desarrollo y el aprendizaje. Su relación con el desarrollo cognitivo es muy importante, pues contribuye a mejorar la capacidad de escucha, memoria, atención…o en niños con dificultades motoras y del lenguaje o con problemas neurológicos y/o emocionales es una herramienta fundamental por los beneficios terapéuticos que aporta.
Una mejor memoria a corto plazo, mayores habilidades verbales o resultados académicos más favorables son algunas de las virtudes que brinda la introducción de la música en el proceso evolutivo y educativo…veamos todos sus beneficios.
Indice de contenidos
8 beneficios de la música en el aula
La comunidad científica ha hablando en muchas ocasiones de los múltiples efectos positivos de la música en el proceso de desarrollo del ser humano. Está probado que escuchar música estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, el implicado en el aprendizaje de la expresión oral, la lectura, escritura, los números, la lógica o el razonamiento.
Introducida en la primera etapa educativa juega un papel muy relevante ya que estimula el área auditiva, sensorial, motriz y, por supuesto cerebral, beneficiando al desarrollo cognitivo, creativo e intelectual.
Es especialmente interesante remarcar la función de la música en el desarrollo psicomotriz. La educación musical requiere de la participación del cuerpo y viceversa, pues la psicomotricidad mejora con la introducción de instrumentos y voz. La coordinación, la percepción espacial, el descubrimiento del ritmo y el tiempo o el dominio de la respiración se potencian gracias a la retroalimentación entre música y aprendizaje psicomotriz.
La música es por tanto un recurso atractivo y de gran valor dentro del área educativa por lo que es fundamental su inclusión en el aula desde temprana edad bien acercándola a los alumnos en sí misma o bien relacionándola con otros conocimientos y materias.
Algunos beneficios de la música: Mejora la memoria, la atención y concentración
Cuando escuchamos música, nuestro cerebro entrena. Las melodías y notas hacen que nuestro cerebro encuentre el estímulo necesario para el desarrollo de ideas y para realizar conexiones neuronales relacionadas con la alerta, la concentración. Al escuchar una canción se pone en marcha nuestra memoria visual, la memoria muscular o gestual y la memoria auditiva, de cuya interacción podemos entender que estimula nuestra capacidad de retención y memorización. Es por eso que, utilizada desde edades tempranas, la música contribuye a mejorar la memoria y la capacidad de concentración y de atención. No hay más que ver como la ciencia ha utilizado la música como una de las grandes armas para combatir el alzheimer para entender su poder respecto de nuestra memoria. Está probado que muchos de quienes padecen esta enfermedad pueden recordar mejor algunas canciones que datos básicos como su nombre o ciudad de nacimiento.
Interrelación de conocimientos
Una de las ventajas de la música como recurso o estrategia didáctica es su idoneidad para servir de unión entre diferentes materias o campos. Más allá de su condición de asignatura de educación artística según la LOMCE, la musical es una de las inteligencias múltiples agrupadas en esta teoría, cada vez más aplicada en el sistema educativo español. Sus características hacen posible su transversalidad entre distintas áreas, sirviendo de apoyo al aprendizaje de estas, gracias a su capacidad para suscitar emociones, despertar sentidos y para reforzar habilidades mentales gracias al estado positivo que produce. Emplear canciones dentro del aula, que transmitan o hablen de unos valores particulares, de un tema concreto, ayudará a los alumnos a memorizar y recordar mejor esos conocimientos y/o disciplinas.
Ambiente positivo en el aula
Está demostrado que, escuchar canciones estimula la producción de dopamina en el cerebro mejorando la energía y bienestar de los alumnos, aportando vitalidad y mejorando la concentración. La producción de la hormona de la felicidad provoca el desarrollo del área cerebral que toma parte en la motivación, la recompensa o el placer, elementos capaces de reducir el estrés y generar sensaciones positivas que se contagian dentro del aula entre sus alumnos, mejorando el clima presente. Además, introducida de una manera lúdica, la música permite aprender divirtiéndose y jugando, con todas las ventajas para la mejora de la retención de información y de los recuerdos que eso conlleva.
Desarrolla el lenguaje
Aprender canciones y cantarlas es sumamente beneficioso para el desarrollo del lenguaje de los niños. Con la música se potencia una mejor pronunciación, se aprende el significado de las palabras y se amplía el vocabulario. Está científicamente probado que la música estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, con el que se desarrolla el aprendizaje del lenguaje.
Así mismo, la música es un lenguaje en sí mismo, por lo que el entrenamiento de la capacidad auditiva y de, percepción, identificación y discriminación de diferentes sonidos, es, a la vez, un entrenamiento para el área sensorial que trabaja el lenguaje.
También, ayuda a un mejor aprendizaje de los idiomas puesto que al estar familiarizado desde la etapa infantil con canciones interpretadas en otros idiomas como el inglés o el francés hace que nuestro oído se acostumbre a sus fonemas.
Mejores aptitudes sociales
Las actividades musicales dentro del aula fomentan el trabajo grupal y colectivo, lo cual permite que los alumnos interactúen entre ellos, se comuniquen, disfruten y aprendan conjuntamente poniendo en común ideas y opiniones. La educación musical es idónea pues, para mejorar la capacidad de socialización de los niños, facilitando en ellos la capacidad de establecer relaciones y forjar amistades. Unas aptitudes sociales que en un futuro harán de ellos adultos más preparados comunicativa y socialmente. Además, las actividades musicales en grupo o por parejas en el aula beneficia a las competencias colaborativas y de trabajo en equipo.
Desarrollo de las habilidades motoras
Escuchar, sentir o interpretar música con un instrumento implica movilidad. Con la música nos movemos, bailamos o manejamos nuestras manos de manera intencionada y coordinada. Los estímulos sonoros provocan respuestas en forma de movimiento de nuestro cuerpo, de ahí que integrar la música en la educación sea una buena manera de que el niño o niña relacione notas con movimiento y desarrolle su coordinación motriz, su expresión corporal, equilibrio, su sentido del ritmo, marcha, etc. También el manejo de su voz, el control de la respiración o la expresión oral.
Potencia la creatividad
La música es, en su esencia, un proceso creativo por lo que enseñada desde la etapa infantil es indudable que beneficia enormemente a su creatividad. Pero también es capaz de potenciar la capacidad de análisis y resolución de problemas en los niños. Es decir, desarrolla la capacidad de encontrar alternativas y de encontrar soluciones a situaciones o problemas de una manera espontanea y ágil, además de imaginativa. La música integrada en la enseñanza, es igual al desarrollo de pensamiento creativo y de las habilidades cognitivas.
Identificación de las emociones
La educación emocional dentro del aula es cada vez más importante en el proceso educativo. Y la música es un excelente aliado a la hora de que los alumnos y alumnas sean capaces de identificar sentimientos y emociones. A partir de ella se pueden trabajar los estados de ánimo. Escuchando canciones y letras tristes o animadas, es posible poner en práctica actividades con las que niños y niñas pueden comprender emociones.
Beneficios de la música: Algunas ideas educativas musicales
Hay un buen número de posibilidades con las que introducir la música en el proceso de aprendizaje desde etapas tempranas. Por ejemplo construyendo instrumentos con objetos cotidianos y materiales caseros reciclados. Con la ayuda del docente, hacer una maraca o un tambor es posible con apenas esfuerzo; también escribiendo un cuento o relato a partir de las sensaciones generadas por la escucha de una canción, o a partir de la interpretación de su letra, fomentando así la expresión artística.
También, creando música con nuestro propio cuerpo, enseñando el concepto de percusión. Valiéndose de palmas, pies o boca, los niños podrán descubrir y divertirse haciendo música sin necesidad de que medien instrumentos.
Enseñar los distintos géneros musicales (rock, pop, clásica, flamenco) es otra buena opción para trabajar la diversidad, conocer distintas costumbres geográficas, aprender a distinguir ritmos y melodías, despertando así el gusto por la música entre el alumnado.
En edades algo más avanzadas, en primaria o secundaria, puede realizarse la actividad de grabar un videoclip musical o ensayar una canción en coro o banda, o trabajar una coreografía.
Resumiendo, la música es un arma poderosa a nivel educativo. Más allá de su enseñanza como asignatura específica. Con ella podremos formar a mejores personas. Personas con mejores capacidades y habilidades a distintos niveles; cognitivos, sociales, motores. Por su enorme cantidad de beneficios es imprescindible tener siempre en cuenta a la música dentro del aula, porque…si la música está presente en muchos de los momentos de nuestro día a día, animándonos, activándonos y transmitiéndonos sensaciones positivas y ¿por qué no iba también a estarlo en la educación?.