Dentro de las especialidades de enfermería que podemos encontrar en nuestro país se encuentra la especialidad en obstetricia y ginecología también conocida como matrona. Una rama que comprende todos los cuidados hacía la mujer en lo relacionado con el proceso de embarazo, parto y puerperio, pero también la atención al ciclo vital de esta en sus diferentes fases; salud reproductiva, climaterio y sexualidad.
Se trata de una figura esencial ya no solo en la atención y recuperación de la paciente que experimenta estos procesos sino también en la prevención y promoción de su salud, lo que implica formación sobre salud reproductiva, embarazo, parto, etc.
Una figura que, en las últimas décadas, ha visto ampliadas sus competencias a fin de proporcionar una atención integral a la salud sexual, reproductiva y materna que, incluso, engloba la atención al recién nacido sano, hasta el día 28 de su vida.
En APPF contamos un curso sanitario homologado por la Universidad de Nebrija de 200 horas de duración sobre la atención en obstétrico-ginecológica en enfermería, que ofrece la posibilidad de formarse en el que es uno de los campos de la medicina con mayor demanda en la actualidad. Un curso que aborda diferentes aspectos de la obstetricia; desde el aparato reproductor femenino hasta fundamentos del embarazo, parto y postparto.
Conozcamos un poco más sobre esta figura esencial en nuestro sistema de salud, sus competencias y características particulares.
Indice de contenidos
Historia de la matronería
El término matrona proviene del latín «mater» (madre), mientras que obstetricia proviene del latín «obstare» que significa «estar a la espera».
En realidad, la figura de la acompañante de nacimientos existe en las diferentes culturas desde tiempos muy remotos, siendo considerada por diferentes antropólogos como una de las profesiones más antiguas del mundo.
Ya en las pinturas rupestres se puede apreciar a la acompañante en partos, así como también se cita en la Historia Sagrada. En la Antigua Grecia vivió una de las primeras matronas conocidas, Fainarate, famosa por ser comadrona en el nacimiento del filósofo Sócrates. Fue en este periodo histórico donde se asoció este oficio como exclusivo de la mujer.
A lo largo de los siglos la matronería ha permanecido como una profesión respetada, innegociable y fundamental para la vida y la sociedad, siendo capaz de cambiar y adaptarse a las características particulares de cada época y cultura.
Uno de esos cambios ha sido la aceptación del hombre como figura de asistencia al parto, cuando históricamente el género masculino ha tenido prohibido el acceso a este oficio. De hecho, la incorporación de «matrón» en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua es relativamente reciente, siendo la acepción de la palabra «matrona», «mujer especialmente autorizada para asistir a parturientas» no modificada hasta el año 2014 por la de «persona especialmente autorizada para asistir a parturientas».
Las competencias de la enfermería en obstetricia y ginecología, definiciones básicas.
Es importante dar una definición aproximada de matrona para entender en amplitud su naturaleza.
La ICM, la International Confederation of Midwives o Confederación Internacional de Matronas, definió matrona como
“Una matrona es una persona que, habiendo sido admitida para seguir un programa educativo de partería debidamente reconocido por el Estado, ha terminado con éxito el ciclo de estudios prescritos en partería y ha obtenido las calificaciones necesarias que le permitan inscribirse en los centros oficiales y/o ejercer legalmente la práctica de la partería.
La matrona está reconocida como un profesional responsable y que rinde cuentas y que trabaja en asociación con las mujeres para proporcionar el necesario apoyo, cuidados y consejos durante el embarazo, parto y el puerperio, dirigir los nacimientos en la propia responsabilidad de la matrona, y proporcionar cuidados al neonato y al lactante. Este cuidado incluye las medidas preventivas, la promoción del nacimiento normal, la detección de complicaciones en la madre y niño, el acceso a cuidado médico u otra asistencia adecuada y la ejecución de medidas de emergencia»
Por partería se entiende toda la atención ofrecida a las mujeres durante el embarazo, el parto y el puerperio, así como la recibida por el recién nacido.
Esta definición fue adoptada por la Reunión del Consejo de la Confederación Internacional de Matronas del 19 julio de 2005 y celebrada en Brisbane, Australia y que también han acogido como definición oficial la OMS y la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia.
Funciones principales de la matrona
Una enfermera o enfermero especialista en obstetricia y ginecología debe contar con la capacidad para atender desde una metodología científica a la mujer en su ciclo vital y, también al recién nacido en su primer mes de vida, así como conocer cuál es el desarrollo y evolución de la mujer en los aspectos biológicos, psicológicos y sociales que tomen parte en su estado de salud.
Este profesional deberá integrarse como miembro de un equipo de salud capaz de organizar, planificar, ejecutar y evaluar los cuidados de su campo de actuación.
Por la complejidad de su labor, se enmarcará dentro del marco de principios de interdisciplinariedad y multidisciplinariedad de los equipos profesionales en la atención sanitaria que establece la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias.
Competencias secundarias
Matrona no es sólo la persona que se encarga de pesarte o tomarte la tensión. Es también aquella con quien puedes consultar dudas sobre el embarazo, quién te puede ofrecer recomendaciones de nutrición durante la gestación, quien te avisa de los riesgos de fumar o beber alcohol durante el embarazo, o quien puede vigilar el postparto y la lactancia a fin de que la recuperación de la mujer y el neonato sea la adecuada.
Entre sus diferentes competencias que se establecen en la Orden SAS/1349/2009, de 6 de mayo, sobre el programa formativo de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica, están las ya citadas,atención a la madre-hijo en el diagnóstico, control y asistencia durante el embarazo, parto y puerperio, pero también:
- Se capaz de detectar con precocidad aquellos factores de riesgo o problemas de salud tanto en la madre como en el hijo durante el embarazo, parto y puerperio. Para ello deberá realizar las necesarias actividades de diagnóstico, control y seguimiento, derivando su caso particular y tomando las medidas de urgencia oportunas.
- Encargarse de la educación para la salud no solo de la mujer, sino también de la familia y la comunidad dentro de programas educativos adaptados a las necesidades existentes.
- Dar consejos afectivo-sexuales y reproductivos a mujeres y jóvenes.
- Promover una sexualidad responsable en la población, informando debidamente sobre las posibilidades anticonceptivas a su disposición.
- Detectar en la mujer posibles problemas ginecológicos y/o factores de riesgo genético, actuando con rapidez para derivar el caso al profesional competente.
- Asesorar sobre la legislación vigente en materia de derechos de la mujer y su familia.
- Desarrollar actividades de investigación para mejorar su actividad.
- Emitir y registrar informes sobre sus acciones.
A tales efectos, una matrona o matrón deberá ser capaz de establecer una buena comunicación tanto con la mujer como con su familia, grupos soluciones y equipo de salud, actuando siempre desde la ética establecida en la legislación.
La enfermera o enfermero obstétrico-ginecológico gestionará tanto los recursos como las actividades de las que dispone dentro de su ámbito, siendo encargados de llevar a cabo actividades docentes hacía otras matronas o profesionales de la salud. Para ello, deberá estar actualizado conforme a sus competencias profesionales.
Ámbito de actuación
El ámbito de actuación de la matronería comprende la Atención Primaria en centros de salud, como la Atención Especializada en hospitales, pudiendo ejercer su labor bien dentro del sector público como privado. Si nos fijamos en la definición de matrona del ICM en ella se establece que «puede ejercer en cualquier emplazamiento, incluyendo la casa, la comunidad, los hospitales, las clínicas o las unidades de salud”.
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Una formación con la que poder conocer las herramientas disponibles para prestar eficientemente la atención en la salud reproductiva y prenatal, basada en la humanización de la profesión y las bases científicas y de salud.
