Analizamos el camino que tomará la educación para que te adaptes a él y llegues a ser un gran profesor. ¿Estás preparado? ¡Descubre el futuro de esta profesión!
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¿Cómo será educar en el futuro? Es evidente que la llegada de las nuevas tecnologías está afectando cualquier esfera social, cultural, política… por supuesto, también educativa. Los cambios constantes y acelerados de la actualidad repercuten en la docencia y generan incertidumbre sobre la formación de las generaciones venideras. Ser profesor en este escenario pone de manifiesto la pérdida del énfasis en los contenidos para centrarse más en otras cuestiones, como la participación, el aprendizaje continuo o la creatividad, por ejemplo.
En los próximos años, responder a la pregunta de cómo ser profesor será una tarea complicada. Sin embargo, conocer las tendencias en educación te ayudará a entender qué está por venir para adaptarte a ello y… ¡Alcanzar el éxito en tu profesión! Por este motivo, a continuación, te desvelamos cuáles son esas tendencias que abrirán el camino futuro de la docencia. ¡No pierdas detalle!
Los métodos de enseñanza están en continuo cambio. Existen nuevas metodologías educativas aplicables al aula que debemos conocer para poder incorporarlas y progresar en el progreso de enseñanza-aprendizaje. Entre ellas, está, por ejemplo el método Montessori dirigido a niños y niñas de la etapa infantil y que está basado en la estimulación y el respeto para liberar el potencial de cada uno para lograr un autodesarrollo en un ambiente estructurado. Es decir, este método busca que los más pequeños consigan hacer las cosas solos de acuerdo a sus motivaciones y su ritmo. Potencia, en definitiva, la autonomía y el trabajo libre.
El Aprendizaje basado en proyectos ofrece la posibilidad de trabajar en proyectos basados en problemas del mundo real. Una manera práctica de aplicar y ampliar conocimientos y habilidades mientras se prepara al alumno para el momento futuro en que tendrá que desenvolverse de manera capaz en su día a día.
Otro método novedoso es el aprendizaje colaborativo donde, en grupos de alumnos, estos tratan de resolver problemas y lograr objetivos comunes. Con este método se potencian capacidades comunicativas, cooperativas y de intercambio de ideas.
El aprendizaje personalizado entiende al alumno como un ser individual con necesidades, ritmos, fortalezas, debilidades y estilos de aprendizajes únicos, de manera que se trabaja en utilizar recursos y estrategias personalizadas basadas en optimizar el desarrollo de cada uno de los alumnos.
Flipped Learning o Aula invertida es otro concepto de enseñanza-aprendizaje de nueva aparición dentro del marco educativo. En él, los alumnos pasan a ser los docentes teniendo que preparar los contenidos en casa para luego exponerlos, discutirlos, plantear juegos o actividades dentro del aula. De esta manera se invierten los papeles entre docente y alumnos jugando estos últimos una parte activa en su formación.
Estas son solo algunas de las muchas metodologías de reciente aparición y aplicación en el aula.
Ser profesor, en el futuro, poco tendrá que ver con ponerse en medio del aula, explicar la lección y concluir la clase. La unidireccionalidad ha pasado a mejor vida y, cada vez más, los alumnos son estimulados para fomentar su talento y encontrar su vocación. Esto significa que tienen mayor actitud frente a la formación con una meta: perseguir una pasión o un sueño, y no tanto un trabajo estable.
En este sentido, la mencionada metodología del aula invertida es un buen ejemplo de como los alumnos cobran importancia como agente fundamental en su propio aprendizaje activo.
En relación con el punto anterior y con el protagonismo de los alumnos, las clases son mucho más participativas y especializadas. Los profesores dejan de ser los dueños de la verdad y su interacción con los estudiantes se vuelve más fluida. Las aulas, por tanto, serán ágoras, pues todos podrán hablar, opinar, compartir experiencias y desarrollar sus habilidades y conocimientos en común. La práctica gana mucho terreno a la teoría.
El aprendizaje colaborativo es una buena manera de mejorar la comunicación y convivencia entre alumnos a la vez que comparten ideas y conocimientos; otras serían las dinámicas de grupo que sirven para exponer contenidos e intercambiar opiniones; plantear preguntas abiertas para promover el pensamiento crítico o el aprendizaje basado en problemas, son otras técnicas que fomentarán la participación en el aula.
El objetivo es crear un ambiente en el aula que sea respetuoso e inclusivo, que empuje a todos los alumnos a tomar parte activa y a contribuir al proceso de aprendizaje.
La gamificación está de moda, también en el ámbito docente. El papel de las dinámicas de juegos y aplicaciones tecnológicas es muy importante para la formación de los alumnos. Unas dinámicas que se traducen en un crecimiento de la implicación, participación y la motivación de los estudiantes, además de permitir la identificación rápida de fortalezas y áreas de mejora. Potenciando la colaboración y trabajo en equipo e incluso desarrollando el aprendizaje tecnológico del alumno.
El pensamiento visual o visual thinking, es una técnica basada en el aprendizaje a través de las imágenes para conectarlas con ideas concretas, organizarlas y, entonces, poder entender fórmulas o conocimientos que suelen ser más complejos. El pensamiento visual es muy útil, dado que ayuda a asimilar de una forma más fácil la sobreinformación a la que, hoy en día, se expone la sociedad y también los alumnos.
Una manera de estimular la creatividad, explicar conceptos complejos de manera clara y sencilla y de retener la información.
Introducir nuevas herramientas y recursos tecnológicos en la educación dará lugar a aulas interconectadas, con contenidos en la nube adaptados a los dispositivos de los estudiantes, bibliotecas online, archivos informáticos… No obstante, el empleo de la tecnología en la docencia va mucho más allá del aprendizaje. Las nuevas tecnologías se ponen a disposición de los profesores para transformar el entorno educativo con inteligencias artificiales para crear contenidos únicos, seguridad parental para los aparatos electrónicos de los pequeños o realidad aumentada como eje conductor de algunas lecciones.
Siguiendo con la tecnología, esta permitirá que los alumnos sean mucho más creativos haciendo que el trabajo de cada persona y su proceso creativo cobre relevancia. Los estudiantes generarán estas creaciones en nuevas plataformas, a través de un diseño digital o lenguaje HTML, entre otros. Por ello, el fomento de la creatividad y los conocimientos tecnológicos ha de estar entre los objetivos de la futura docencia.
Basada en las emociones que influyen en el desarrollo cognitivo e individual. El empleo de estas, hace posible que la curiosidad y las ganas de aprender ganen protagonismo en las aulas. Así como también la mejora del clima de aula, más armonioso y respetuoso. Es muy importante trabajar en la autorregulación emocional del aula. Que sea capaz de identificar y manejar con seguridad sus emocional, controlando así sus acciones y comportamiento. Eso conllevará un desarrollo positivo de las habilidades sociales, la mejora del rendimiento académico e, incluso, será un arma válida para la prevención del posible acoso o violencia en las aulas. Unas aulas donde, dentro de unos años, se favorecerá la conciencia emocional para conseguir mejores resultados en la formación de los estudiantes.
Las etapas desaparecerán para dar paso a un aprendizaje flexible y a medida. Así, la continuidad que ello supone dará fuerza a plataformas digitales que favorecen la formación por módulos y no por años. En definitiva, adaptar los objetivos al ritmo de cada uno para consolidar las habilidades de los estudiantes. Por otro lado, también estará el aprendizaje basado en problemas, con retos que simulan el mundo laboral o situaciones reales con el fin de desarrollar las ideas y capacidades necesarias para enfrentarse a ellas.
Estas tendencias en educación apuestan por la motivación de los estudiantes y el desarrollo de razonamientos lógicos a través de la programación de nuevos dispositivos. Una técnica que fomenta el trabajo en equipo y la interacción entre los alumnos. Estos pueden aprender materias vinculadas a las tecnologías y a muchas otras asignaturas mediante actividades basadas en la manipulación.
Estas son las 10 tendencias en educación que marcarán el camino del futuro para llegar a la meta; la meta de ser un profesor de éxito. Si quieres alcanzarla, no te olvides de apostar por la innovación, la tecnología y, en especial, por los alumnos. En ellos, en su protagonismo y en su participación, se encuentra la clave del triunfo.
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