¿Dudas si prepararte una oposiciones en verano?. Tus amigos y familia están de vacaciones probablemente tomando el sol en la playa o visitando esa ciudad europea que siempre has deseado conocer. Mientras tanto tú, pones el despertador a las 7:00 de la mañana, preparas un café, enciendes el aire acondicionado o ventilador y, te dispones a enfrentarte a una nueva jornada de estudio de oposiciones en tu opozulo. Duro, ¿verdad? Es posible que tu fuerza de voluntad se vea perjudicada por el entorno veraniego, donde todo es descanso, diversión y tiempo libre. Es fácil que no encuentres la motivación necesaria para esforzarte y ser productivo. El calor, la actividad de la gente, el ruido de la calle, o la mayor duración de la luz del día son enemigos en tu concentración y rendimiento. ¿Cómo puedes hacer frente a las numerosas distracciones propias de la canícula y, sacar el máximo provecho a tus ratos de estudio? Sabemos que no es sencillo, pero desde APPF queremos darte una serie de consejos que pueden serte de gran utilidad puesto que el verano no es incompatible con la preparación de oposiciones y todo esfuerzo, tarde o temprano, tendrá su recompensa.
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Estudiar Oposiciones en verano: Aprovecha el día
En verano los días son más largos… ¿Qué tal si madrugamos más y guardamos las últimas horas de la tarde a sentir que es verano y poder darte un merecido chapuzón en la piscina? Pon antes el despertador y comienza a estudiar bien temprano. Así podrás gozar de algo de tiempo libre al final del día y además aprovecharás para estudiar en horas del día donde el calor aprieta más.
Generalmente, las primeras horas del día son más frescas y tranquilas, lo que te permite empezar el día con energía y claridad mental. Aprovecha estas horas para trabajar en las materias o temas que requieren mayor concentración y esfuerzo intelectual.
Durante las horas más calurosas del día, las de primera hora de la tarde, puedes optar por realizar un repaso ligero o estudiar partes que requieran una menor intensidad, tareas menos exigentes.
Después del atardecer, a partir de las 7:00 p.m., las temperaturas comienzan a descender, creando un ambiente más cómodo para estudiar. Puedes realizar un estudio productivo, dedicando estas horas a materias importantes, simulacros de examen o revisión de temas complejos.
Evalúa tu progreso semanalmente y haz los ajustes necesarios para mantener un equilibrio entre el estudio y el descanso durante las jornadas diarias.
Una buena opción a la hora de preparar una oposición en los meses de junio, julio, agosto y septiembre es reestructurar tu planning de estudio diario conforme al que tienes en los meses de invierno, organizando otro tipo de descansos, cambiando hábitos (cuándo repasar, cuándo hacer una reelectura, etc.), de modo que sientas que algo ha cambiado. Con esa pequeña modificación estarás estableciendo unas nuevas rutinas que asociarás al verano. A veces, este simple gesto supone un aliciente con el que rendir mejor en el estudio.
Estudia en un lugar fresco y ventilado
El calor no se lo pone fácil al opositor. A mayores temperaturas, peor rendimiento y concentración. La temperatura ideal para la concentración y el rendimiento cognitivo se sitúa entre 21 y 25 grados Celsius y en verano estas cifras óptimas a veces son difíciles de conseguir. Por ello es muy importante que estudies en un lugar fresco y donde pueda renovarse el aire. A ser posible haz uso de un ventilador o aire acondicionado que permita aclimatar la estancia de estudio a tu gusto. Mantén las cortinas o persianas cerradas durante las horas de mayor calor para bloquear el sol directo y reducir la temperatura interior. En caso de que no puedas garantizar una temperatura óptima en beneficio de tu productividad en el estudio, siempre puedes acudir a una biblioteca. Estudiar a primera hora de la mañana o por la noche, es decir, en las horas más fresquitas puede serte de ayuda.
Un ambiente fresco ayuda a mantener tu mente alerta y enfocada, reduce la necesidad de tomar descansos frecuentes para refrescarte, lo que permite sesiones de estudio más largas y continuas. Te sentirás más motivado y menos distraído por la incomodidad del calor.
Huye de las redes sociales
La mejor manera de no sentirte frustrado por tener que estudiar y no estar de vacaciones, es no saber demasiado de las vidas de los demás. No es fácil realizar una desconexión digital total en estos tiempos que corren, pero si eres capaz de hacerla notarás grandes beneficios pues no serás testigo de cómo tu amigo Pablo está tomándose una cerveza fresca en una tumbona playera, cómo tu prima Marga publica alegres selfies en Instagram al borde de una piscina o cómo Marcos y Ana, la pareja con la que sueles compartir tus ratos de ocio están descubriendo los encantos de una ciudad como Praga y colgando sus fotos en el muro de Facebook.
Procura utilizar lo imprescindible las redes sociales. Por supuesto nunca lo hagas durante las horas que dedicas al estudio. En caso de que tu impulso por saber de las vacaciones de la gente que sigues sea irrefrenable, puedes utilizar alguna app para limitar o reducir el uso de las redes como Off-time (disponible para iOS y Android), AppDetox o Applock entre las muchas opciones que existen.
Para evitar distracciones innecesarias trata de encontrar lugar en tu casa donde puedas estudiar sin interrupciones. Puede ser una habitación, un rincón tranquilo o incluso la biblioteca local si prefieres salir de casa. Pon tu teléfono en modo silencio o activa la función de «No molestar» durante tus sesiones de estudio. O si no puedes controlar el irrefrenable deseo de coger tu móvil, intenta dejarlo en otra habitación para reducir la tentación.
Otra opción es darte el beneficio de usar el teléfono solo durante los descansos programados. Así, tendrás algo que esperar y no sentirás que estás perdiendo el contacto con el mundo.
Si estudias en un ordenador, cierra todas las pestañas y aplicaciones que no sean necesarias para tu estudio. Solo mantén abiertas aquellas que realmente necesitas. Usa extensiones como StayFocusd o LeechBlock para restringir el acceso a sitios web específicos durante tu tiempo de estudio.
Descansa cuando estudies en verano
Los descansos durante la jornada de estudio son innegociables ya sea primavera, verano, otoño o invierno. En varias ocasiones hemos insistido en ello en nuestro blog:
- ¿Cómo organizar los descansos durante las preparación de oposiciones?
- ¿Cuanto dormir durante la preparación de una oposición?
- Haz un paréntesis en tus oposiciones por unos días
Y es que organizar una rutina de descansos a corto, medio y largo plazo será muy beneficioso para nuestro cerebro, puesto que descansará y podrá resetear de cara a coger impulso para seguir estudiando.
Si dedicas tus ratos de descanso a practicar algo de deporte, encontrarás un equilibrio entre cuerpo y mente todavía más saludable y positivo.
También procura garantizar un sueño de calidad. Todos sabemos que las noches calurosas de verano impiden conciliar el sueño y se duerme peor y menos horas. Intenta dormir en espacios frescos y/o ventilados y descansar las horas mínimas necesarias. Recuerda que al dormir se regenera nuestro sistema inmunitario y se restaura el hipocampo que hace que nuestra memoria pueda almacenar mejor la información que estudiemos. Estudiar sin descanso puede llevar a la fatiga mental y física, disminuyendo tu capacidad de retener información y pensar con claridad además de generar tensiones y acumular estrés.
En los descansos a corto plazo puede ser una buena idea levantarte, estirar las piernas, brazos y espalda realizando ejercicios y estiramientos. Beber agua para mantenerte hidratado, descansar la vista mirando por la ventana o respirar profunda y controladamente para mejorar la oxigenación y aliviar tensiones.
Ve a la playa o a la piscina
Sí. Tal y como has leído. Aunque suene contradictorio, márchate uno o varios días a la playa o piscina. Compaginar la preparación de las oposiciones con actividades de ocio como una escapada veraniega es una excelente manera de dar un descanso a tu mente. Deberá ser, eso sí, breve. No se trata de irte de vacaciones durante 1 semana o 15 días. Y siempre deberás haberlo hecho en base a una buena planificación y organización del tiempo para equilibrar de manera justa el estudio con el descanso. Con una buena gestión y control del tiempo podrás sentir que no desperdicias tu verano ni tampoco que has abandonado tu esfuerzo opositor; y además, notarás como habrás recargado pilas para seguir rindiendo al máximo en tu estudio.
En la playa, intenta caminar por la playa, nadar o simplemente moverte en la arena. Actividades físicas que pueden mejorar tu salud cardiovascular, fortalecer tus músculos y aumentar tu energía. Estar al aire libre y recibir la luz solar ayuda a incrementar los niveles de vitamina D, esencial para la salud ósea y el sistema inmunológico y mejorar la calidad de tu sueño. Ir a la playa mientras preparas una oposición puede proporcionar un equilibrio necesario entre el estudio y el bienestar personal, mejorando tu rendimiento general y haciendo el proceso de preparación más llevadero y agradable.
Cuida tu dieta
La alimentación siempre se resiente en verano, con horarios cambiados, falta de apetito o… todo lo contrario (más helados, más bebidas azucaradas refrescantes…). Sin embargo, para un buen rendimiento de la memoria y la concentración es esencial que el opositor lleve una dieta equilibrada: tres comidas diarias, beber mínimo dos litros de agua y comidas ligeras para cada día.
Toma mucha fruta y verduras frescas. Huye de los platos precocinados y fritos. Alimentos como el salmón, el huevo, los lácteos o frutos secos como nueces o almendras ayudan a mejorar el rendimiento cognitivo y a alcanzar una dieta sana y equilibrada con el aporte de todos los nutrientes que necesita nuestro cuerpo.
Fuera agobios y ansiedad
Es fundamental que en verano no te exijas más de lo que sabes que puedes dar y, en caso de comenzar con pensamientos angustiosos, cierra los libros y sal a dar un paseo. Es muy frecuente entre el opositor el sentimiento de frustración por estar «perdiéndose» el verano. Sin embargo, hay que revertir esos malos pensamientos con la creencia de que tu tiempo de estudio en una inversión de futuro. Piensa en cómo serán tus veranos cuando hayas conseguido tu plaza. Piensa en la satisfacción del trabajo bien hecho y en la recompensa que obtendrás. La fortaleza mental en los momentos de dudas e inseguridades es un elemento clave en el éxito de tu oposición.
Cree en tus habilidades y en tu capacidad para superar los desafíos. Recuérdate a ti mismo tus logros pasados y cómo has superado dificultades anteriormente. Entiende que los contratiempos son parte del proceso. Sé flexible y dispuesto a ajustar tus planes según sea necesario. La capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias veraniegas es crucial para mantener la estabilidad mental. Si es posible únete a grupos de estudio para mantenerte motivado y obtener diferentes perspectivas sobre los temas. Encontrarás a gente que está pasando el verano de la misma manera que tu y seguro que encuentras algo de apoyo y/o consuelo.
Habla con tu entorno
Habla con tu familia y tus amigos para hacerles saber de tus horarios y jornadas de preparación de oposiciones durante el verano. Es importante que entiendan tu necesidad de silencio y tranquilidad a tu alrededor; solo así conseguirás que tus amigos no te hagan participes de sus planes de verano o, que tu familia respete tus ratos de estudio siendo lo más silenciosos posibles. Cuanta más gente de tu alrededor sepa de tu situación, mejores condiciones para la concentración podrás conseguir. Del mismo modo, hazles saber de tus ratos de descanso, para coordinar agendas y que puedan formar parte de ellas.
Continúa tu formación
El verano es una época excelente para dedicar tiempo a realizar ese curso homologado que llevas tiempo queriendo hacer. En APPF te ofrecemos un amplio catálogo para que puedas elegir los cursos de educación, sanidad y justicia que mejor encaje con tus preferencias. Nuestros cursos de modalidad online permiten que puedas realizarlos desde tu puesto de estudio en casa o incluso cómodamente desde la playa o piscina si estás tomándote un respiro entre tus días de dedicación al temario. No solo estarás ampliando tus conocimientos sino también tus méritos para una mejor baremación en tu oposición. Una buena manera de mejorar tus probabilidades de éxito para conseguir tu ansiada plaza.
Oposiciones en verano: Ten actitud positiva
Insistimos, estudiar en verano cuesta el doble. Y es más frecuente tener momentos de debilidad bien sean causados por factores externos o por factores internos. Por eso es importante tener siempre una actitud positiva y sentirte bien contigo mismo. Márcate pequeños objetivos alcanzables y trabájalos. Recompénsate con un chapuzón, un paseo o un descanso al aire libre cuando lo hayas conseguido. Repite esta operación tantas veces como sea necesario para comprender que tu esfuerzo opositor, en verano, tiene premio. Evita lamentarte continuamente por tener que estudiar en verano; y sigue todos los consejos anteriores para ser organizado y productivo en esta época del año. No te obsesiones y vislumbra la meta. Comprende que estás «sacrificando» un verano para gozar de unas mejores vacaciones futuras.
¡No te lo pienses y prepara tus oposiciones en verano también!